La verdad es que es algo que no solemos hacer muy habitualmente pero con el buen tiempo apetecía una barbaridad así que allí que nos fuimos.
Elegimos una mesica a la sombra, que el sol ya empezaba a hacer estragos en nuestro cuerpo serrano (si tú también eres un bombón me entenderás 😂😂😂) y nos plantificamos en la terraza con la idea de comer un par de tapas.
No te puedes imaginar lo a gustito que se estaba allí, casi tanto como Ketama hace algunos añitos:El caso es que nos miramos mi marido y yo y nos dijimos:
"Esto es felicidad, estos momentos, ¡estos pequeños placeres!"
Esos en los que se para el mundo y simplemente te dedicas a disfrutar. En los que te sientes relajado y no piensas más allá. Esos que prolongarías eternamente....