Revista Literatura
Me levanto y oteo con la mirada el lugar, todo es igual, pero es diferente. Incluso pienso que es un sueño y no es el despertar común de cada mañana de domingo.Mi cuerpo y mi mente no distingue lo que es real de lo que es imaginario. Vuelvo a mirar a mi alrededor y la percepción ha cambiado. El cortisol está descontrolado esta mañana, no me he despertado con esa sensación de cansancio habitual de los últimos días, tal vez no es que esté descontrolado, sino que ha vuelto a la esencial de su ser.Las redes sociales están invadidas de noticias falsas y de crispación. La sociedad, a esta sociedad occidental tan individualista le cuesta pensar en el bien común y en la colectividad de Asia.Aunque en el fondo sigo creyendo en ti como ser humano que ayudas a los otros sin mirar su condición, pero me cuesta aceptar la parte oscura, la que juzga, la que hiere por herir, la que nunca está satisfecha, la trampa.Mi madre me contaba que existían las personas malas, puede que sea verdad, en estos días estamos viendo constantemente la parte más bonita de las personas de buen corazón y a las personas que necesitan resetear su corazón.Estos días han sido abundantes en emociones, observar mi comportamiento y el tuyo me ha demostrado que aún sigue sucia la plaza, no sé la tuya la mía sí; mucho que aprender y aprender de lo feo de esta vida, es ahora y no mañana el tiempo de cambio, de Resurrección y de abrir nuevas puertas.Ahora que le hemos dado un respiro al Planeta, también es tiempo de darle respiro a mi mente y dejar atrás estos días hostiles que he puesto a prueba mi mente y fortaleza mental. Romper muros, y resistencias y dejar que nazca la vida en el hormigón es lo mejor que he decidido en estos días.