Me despierto hematológica con un sol radiante respirando por las venas.
Y que mientras tanto, sigas haciéndome sonreír como tú sabes, sin dejar de jugar al escondite o a la rayuela hasta tocar el cielo, hasta que duela, o hasta que el último metro se nos lleve por delante,
sacándole la lengua a estas (in)certidumbres pese a que las sintamos afiladas en el quicio de una nueva caída, y sí, por favor, sigue sonriéndome en la cara mientras nos llueva, y hazme saltar la bilirrubina que me queda por las nubes, y ya que estamos… venga, vale, yo te haré estallar la hemoglobina, mientras compones los acordes de esta analítica viral:La Vie en Rouge!