Os cuento esto, porque hace unos días presencié como una "amiga" se mofaba de las cachas de su otra "amiga" por su blancura y gordura. Tal vez la confianza le llevó a "cachondearse" de ésto, sin caer en la cuenta que esa persona de la que se estaba mofando llevaba meses (incluso años) luchando contra una grave enfermedad por la cual tiene que tomar tantas medicinas que efectivamente le hacen engordar...
Con esto me refiero a que nuestra boca indecente a veces suelta palabras hirientes hacia los demás, sin caer en la cuenta la situación que está viviendo la otra persona.
Por eso, tú mujer, que te ríes de las "gorditas", piensa antes de hablar por qué tienen ese cuerpo, porque no todas tienen la suerte de tener un metabolismo privilegiado o simplemente se tienen que medicar y por causa de esos medicamentos viven hinchadas.
A tí mujer, que te ríes de las delgadas, no lo vuelvas a hacer, poque no sabes de los complejos que sufre esa persona cuando se mira al espejo y se ve mal porque no puede engordar uno o dos kilitos para mejorar su aspecto y parecer más saludable.
A tí mujer, que te ríes de las "blanquitas" porque están pálidas, no lo vuelvas a hacer... porque no eres consciente que tal vez sufren algún tipo de alergia y no les puede dar el sol.
A tí mujer, que te ríes de las bajitas, no lo vuelvas a hacer... porque sufren las miradas indiscretas y dedos señaladores tan solo por su tamaño. Son grandes personas, aunque tu no lo quieras ver.
A tí mujer, que te ensañas con las tímidas, no lo vuelvas a hacer... porque su mundo interior, sin duda, tiene mucho más que ofrecer que tus "frescas" palabras.
A tí mujer, que te ríes de las que llevan gafas, no lo vuelvas a hacer... porque en esta vida tarde o temprano, con la edad las tengas que utilizar, y entonces comprenderás que a nadie la gusta que le llamen "cuatro ojos".
A tí mujer, que haces chistes de cojas y minusválidos... no lo vuelvas a hacer, porque ellas sufren las consecuencias de un accidente del que no tuvieron la culpa y por el que vivirán eternamente condenadas, así que tus palabras sobran.
A tí mujer, que te ríes de la vestimenta de las demás... tal vez no puedan ir a la moda como tú porque no ganan tanto y tengan que dividir su sueldo para comer y otros menesteres mucho más importantes que un bonito vestido.
A tí mujer, que te ríes de las ojeras de las demás, no lo vuelvas a hacer... porque tal vez solo tuvieron una mala noche o sus preocupaciones no la dejan descansar. Y tus palabras le dolerán más que los problemas que tenga.
A tí mujer, que te ríes de aquellas que tienen alguna discapacidad... no lo vuelvas a hacer, porque son personas mucho más humanas que tú y tienen que superarse día a día por gente que como tú les hace la vida más difícil de lo que ya es.
A TÍ MUJER, QUE VIVES LLENA DE COMPLEJOS, NO DEJES QUE NADIE TE HAGA SENTIR INFERIOR, PORQUE NADIE EN ESTE MUNDO NACIÓ PERFECT@.
A tí mujer, sino te gusta algo... no lo mires, pero no te vuelvas a mofar... porque no entenderás nunca la vida de las demás hasta que no camines en sus zapatos y aunque la vida hoy sea generosa contigo, puede dar muchas vueltas y encontrarte en todas esas situaciones de las que te has reído sin piedad.
Así que, se amable con la gente con la que te cruzas, porque tan solo una palabra o gesto, puede aliviar la vida de alguien o amargarla para siempre. Si en vez de gastar tu energía en palabras hirientes lo hicieras con palabras amables, habría muchas más caras sonrientes y menos amargura en la mirada de la gente.
No todas tenemos la piel áspera y dura para que nos resbalen las palabras, a veces nos calan tan hondo que traspasan algo más que la piel...
¡Adopta la amabilidad como un estilo de vida! Y no hagas este mundo más difícil de lo que ya es... Seamos un ejemplo entre nosotras y pongamos nuestro granito de arena para que el bullying, el maltrato, la discriminación, la soledad, y tantas otras situaciones, patologías etc.... desaparezcan poco a poco.
P.D. Cuando te quieras reír de alguien, mírate al espejo.