Si en la NFL hay dos equipos míticos, esos son los Packers y los Steelers. Tienen más seguidores que nadie, más títulos que ningún otro y este año han jugado un fútbol americano espectacular que les ha llevado a encontrarse en la gran final de Dallas (Canal+, 00:00 h.).
Los Packers han ganado doce títulos, tres de ellos en la era Super Bowl que comenzó en 1967. Su ataque es demoledor, dirigido por Aaron Rodgers, un quarterback muy joven que se ha convertido en el jugador de moda y que lo tiene todo para terminar en el Salón de la Fama. Está acompañado por el mejor grupo de receptores de la NFL. Si los Packers triunfan, será gracias a un festival de pases espectaculares.
Pero también saben ganar si el partido es trabado. Su defensa es durísima. La lidera Clay Matthews, un gigante con pinta de vikingo especializado en perseguir y torturar a los quarterbacks rivales.
Los Steelers disputarán su tercera final en seis años y en las dos anteriores salieron victoriosos. Big Ben Roethlisberger, su quarterback, acumula escándalos personales. Este año fue suspendido cuatro partidos tras emborrachar e intentar abusar de una menor, pero en el campo se transforma en un genio capaz de liderar una remontada con la nariz rota o de arrastrar a un grupo de defensas que le creían placado.
El gran secreto de los Steelers es su defensa, la más potente de toda la NFL. Troy Polamalu, su líder, ha sido elegido mejor defensor de la temporada, y James Harrison acumula sanciones y multas por la violencia extrema con la que embiste a los atacantes rivales.
Solo queda disfrutar de un partido que promete ser igualado, violento y espectacular, y que no tiene un favorito claro.
Fuente: AS.com