La misma OMS reconoce que la leche materna es muy beneficiosa para los bebés, previenen anomalías dentomaxilofaciales, aporta más nutrientes al bebé, aporta anticuerpos al bebé y los protege de enfermedades muy dadas en la infancia (diarrea, neumonía...) y un montón de cosas positivas más, como la ingesta del calostro durante los primeros días de vida.
A parte no sólo es beneficioso para el bebé sino que también es beneficioso para la madre. La lactancia materna exclusiva reduce el cáncer de mama y de ovario, permite a la mujer recuperar el peso pre-embarazo antes y, por si fuera poco, la recuperación post-parto es más rápida. Vamos, todo un chollo para ambos.
Pues bien. Gonzalo nació el 23 de abril de 2008 a las 00:32 de la mañana. Fue un parto muy bueno aunque larguísimo (12h). Aun así, cuando Gonzalo y yo llegamos a la habitación (aprox. media hora después del parto) me saqué la teta y dejé que el instinto hiciera por si sólo. Le costó un poco engancharse pero lo consiguió por si mismo. Fue el segundo momento más bonito que recuerdo de la vida de Gonzalo. Como madre me sentí realizada, saber que puedo alimentar a mi hijo por mi misma, como primera fuente de su alimentación,... sólo él y yo.
Sus primeros seis meses fueron eso, teta de mami, teta de mami y más teta de mami. Gonzalo creció dentro de los percentiles normales y comía cuando le apetecía, así que nada de enchufar teta a destiempo o cuando él no llora. Después de pasar la barrera del medio año empezamos a introducir alimentos complementarios... Pero su chupito de teta nunca faltaba después de la papilla de frutas.
La lactancia de Gonzalo se prolongó hasta pasados los 2 años.
Si me permitís os respondo en base a mi experiencia de mi tres embarazos posteriores dando pecho:
- ¿Me dolerá?. Si es cierto que durante el primer trimestre del embarazo los pezones de la mujer están más sensibles. Puede que a algunas les cueste más dar el pecho con los pezones sensibles pero, como todo, es cuestión de acostumbrarse. En mi caso me incomodó en los tres embarazos, pero decidí que por pasar un mal rato yo no iba a dejar de darle algo a mi hijo que le beneficia. Por cierto, a partir del segundo trimestre todo mejora.
- ¿Se me acabará la leche en el segundo trimestre?. La leche no se acaba pero por supuesto que no se produce la misma leche embarazada que sin estar embarazada, así que si, la producción de leche cae en picado pero no por ello los niños se destetan. Alguno si, otros sólo buscan ese contacto mamá-hijo. Además después del parto la leche vuelve a producirse y ellos vuelven a "entetarse".
- ¿Es malo dar el pecho embarazada? ¿Está contraindicado? ¿Puede provocar un parto prematuro?. Cuando el niño mama se libera oxitocina, la hormona que desencadena el parto. Por suerte, el nivel de oxitocina que se libera durante el acto de dar el pecho no es más que la que se libera cuando practicamos sexo embarazadas y tenemos un orgasmo, osea, mínima. Por supuesto que no esta contraindicado en los embarazos de "bajo riesgo", es decir, en los que no hay indicios de parto prematuro pero, si no estas del todo segura, te animo que lo consultes con tu médico.
Un bebé recién nacido por supuesto que no mama igual ni en la misma cantidad que un niño de 22 meses. Gonzalo por aquel entonces ya comía de todo y la teta era como su "cafelito" de después de comer y cenar. Jimena se amarraba a la teta y como es obvio la iba cambiando dependiendo de lo vacío que me sintiera el pecho. Cuando aparecía Gonzalo y era la hora de la tetita de Jimena, Gonzalo siempre se apoyaba en la otra y mamaba. No me supuso ningún problema porque normalmente coincidían en horas pero Gonzalo sólo estaba cinco minutos. Fueron momentos muy especiales porque es un momento de hermanos, de compartir pecho, de tranquilidad y de paz.
Desde que probé la lactancia tándem tenia claro que, en mis próximos embarazos lo volvería a hacer.
Gonzalo compartió teta con Jimena durante cinco meses. Jimena compartió teta durante cuatro meses con Mateo y, Mateo a su vez, comparte teta desde julio con Sofía. Estos momentos son muy especiales y, en parte, me da pena que Mateo se destetará dentro de poco.
- Destete impulsado por el niño: En mi caso Gonzalo se destetó él solo. Inicialmente tenia pensado aguantar la lactancia con él hasta los 24 meses, como recomienda la OMS, pero la cosa se alargó. ¿Por qué? Me sentía bien con lo que hacía y muy débil mentalmente como para negarle a mi hijo el pecho. Por suerte Gonzalo poco a poco se fue desenganchando. Aprendió a buscar otros momentos en los que estar conmigo y fomentar nuestra relación madre-hijo sin que nadie más nos interrumpiera. Las horas de la siesta de Jimena eran un gran momento para estar con mamá y abrazarlo, besuquearlo y darle todo el calor que él sentía que le daba cuando mamaba. La verdad es que para mí fue difícil, más que para él, pero fue un acto natural, impulsado por él.
- Destete impulsado por la madre: En el caso de Jimena la tuve que destetar yo. Con 24 meses Jimena era adicta a la teta y llegó un momento en que se hizo difícil para mí. La relación seguía siendo bonita pero Jimena demandaba más de lo que podía. Quizás por celos y por tener más protagonismo que su hermano Mateo que acababa de nacer. Ella no supo encontrar sola esos espacios para estar conmigo así que tuve que fomentar yo el destete. La verdad es que fue más duro que el destete de Gonzalo. Tener que negarle la teta y explicarle el porque ella no tenia que mamar ya, que ya era mayor y que su hermano Mateo lo necesitaba más. Ella mamaba por celos y no por necesidad. Nos costó pero a los 26 meses dejó de mamar.
Ya os he dicho que la lactancia materna para mi ha sido una experiencia única y, la tándem, aun más. Yo os animo a que deis teta, aunque por supuesto si optais por la leche artificial yo no soy nadie para juzgar.
Espero que os haya gustado el post.