“Lasciate ogni speranza voi che entrate" (Dante)
- La felicidad es un momento disfrazado de alegría, como tal no existe. Para Vinicius de Moraes, la tristeza no tiene fin, la felicidad sí.
- Lo reconfortante de la idea del suicidio es que no hay prisa para morir, al contrario provoca martirio y enajenación la prisa por vivir.
- La vida sin mujeres sería como un jardín sin flores ¿Qué sitio se llamaría jardín sin flores?
- La idea de la libertad es tan inabarcable que no puede ser estrictamente definida. A juicio mío, libertad es poseer la suficiente voluntad de no hacer lo que el resto de la gente hace, sin caer en la extravagancia o la estupidez.
- La concepción del arte se ha vuelto tan elástica, que con el transcurrir del tiempo no será posible distinguirlo de las cosas triviales. Hay quienes ya hablan de “sobras de arte”.
- Para el hombre solo hay una cosa que tiene mayor hechizo que la televisión: la mujer.
- Cuanto más libros leo, más grande mi angustia y desesperación. Y tanto más envidio a aquellos que no han leído uno sólo.
- Hay una ciencia que avanza a grandes zancadas, la “ciencia de matar”. Cuanto más perfecciona el hombre sus armas, más gente mata por “error”.
- La meditación siempre conlleva cierto grado de dolor o tristeza. El contento sólo piensa en llenar su estómago, sabiendo que el mundo le espera.
- El carácter de ser humano es como el clima: cálido, sereno o borrascoso. No se da siempre benevolente, sería antinatural.
- La intolerancia y la mojigatería se parecen en una cosa: avergüenzan, una al cuerpo, la otra a la Humanidad.
- Las mujeres son- desde un punto de vista estético y silencioso-las flores de la existencia: vistosas, gráciles y olorosas; sin las cuales el hombre viviría en una permanente orfandad ante la vida.
- Los remordimientos tienen cara de mujer; no nos dejan dormir.
- La única esperanza que conlleva esperanza es la muerte; tarde o temprano nos llega y, si le ponemos entusiasmo la podemos alcanzar.
- Cometer un error es humano, no castigarlo más humano todavía. Afortunadamente la naturaleza no falla.
- El amor es aquello acostumbrado que se hace de forma desacostumbrada. En cuanto se rompe esta regla, se convierte en otra actividad más.
- La vida es como una ramera omnipresente: nos ofrece poco y no olvida cobrárnosla, aunque sea a plazos.
- En la vida sólo hay dos clases de afortunados: Los niños y los ignorantes; aquellos porque contemplan el mundo sin amargura, éstos porque solo necesitan el pan del día.
- Los futbolistas profesionales son la expresión más patética de Edipismo, al momento de celebrar un gol, nunca falta el infantil mensaje bajo su camiseta: “para ti mamá”, nunca he visto algún mensaje que diga. “¿Susanita quieres casarte conmigo?
- La música, en tanto cultivo para el espíritu y no simplemente ruido de fondo para los placeres; constituye la materia para llenar el vacío que cada uno de nosotros conllevamos y lo es más cuanto mayor se manifiesta nuestra desesperación.
- La música-al igual que el pensar- es una de las pocas cosas que trasciende la mera vitalidad y como tal un rescatable intento por justificar la existencia.
- La cacareada idea de que somos la especie superior es sólo una arrogante quimera. Hagamos lo que hagamos nunca alcanzaremos la invulnerabilidad de los animales.
- Una película hollywoodense no es más que la historia de una mujer, mejor rubia, cuyo bikini es una bandera de barras y estrellas.
- La moral, no es otra cosa que una vieja beata vestida de luto que desluce el paisaje de los jóvenes.
- Soy optimista, espero que se mueran los fanáticos y los ruidosos.
- Los libros y las putas se parecen en una cosa: los hay para todo bolsillo.
- Dios olvidó que era dios al crear a la Mujer; pensó en “mejor”, su obra salió “mujer de lo que esperaba”. (he ahí que esas palabras sean símiles)
- Pensar es sacrificio y como tal conlleva sufrimiento. Es más agradable echar raíces en la experiencia de los sentidos.
- La única forma de ser feliz es no tener noción o certidumbre de que se es. De ahí que sea superfluo preguntarle a un niño si lo es.
- Si la vida es para muchos un constante martirio, ¿por qué nos empecinamos en seguir rindiéndole homenaje, es decir, continuar viviendo?
- Si los países vecinos nos denominan el “país del altiplano”, ¿será a consecuencia de haberlo aplanado con marchas y bailes folclóricos?
- En Bolivia, sólo hay dos eventos que nunca coinciden: Las marchas de protesta y las entradas folclóricas. Curioso, diría un antropólogo.
- Dios existe y existirá según el hombre lo necesite. “Este pan sabe a dioses”.
- Si la erudición entrara por ósmosis, los bibliotecarios nos llevarían amplia ventaja.
Miramos televisión para matar el tiempo. Leemos para matarnos con él.