La verdad... no lo tengo...
Robo días, horas, minutos, segundos, todo eso, menos relojes... son la primera cosa que pierdo.
Y ahora me encuentro con que estoy en la lista de las más buscadas... shhh...
Me persiguen los acreedores, esclavos del trabajo, envidiosos de mi talento delictivo.
Quizás tienen su razón. Ya pedí prestado minutos, y luego pedí más, pagué la mitad, gasté el doble, hipotequé y re-hipotequé minutos y minutos sin pagar las tasas de interés. Pero es que hay muchos "debería" que se repiten día a día.
Debería trabajar, debería estudiar, debería hacer una hora diaria de ejercicio, debería comer más frutas y verduras, debería dejar de pensar filosofías inútiles, debería ser menos antisocial... debería tener un novio que me saque la mufa de solterona... debería ser más normal.
Pero me robo lo que puedo... hasta el más mínimo pedacito de segundo.
Me he robado atardeceres que no podía sentarme a contemplar.
He contrabandeado párrafos de libros inoportunos.
He preparado cafecitos prohibidos para los días de lluvia escribiendo locas utopías.
He descubierto canciones cuando debería haber descubierto enciclopedias.
He inventado tranquilidades en los instantes más desesperados.
He cazado palabras inadecuadas en los momentos más inadecuados.
Algún día propondré una moción para derogar a los "debería".
Mientras tanto, déjame robarle al tiempo, necesitamos más ladrones de minutos.