Revista Diario

Ladycoll, mi protagonista dragqueen

Publicado el 11 julio 2018 por Kassius9

Vamos a hablar de personajes draqueen ahora que he terminado de escribir Memorias de una diva sin laureles. Me gustaría contarte algunos detalles de la novela para que te vayas familiarizando con la que se ha convertido hasta este momento en la protagonista con más brilli-brilli de todas mis historias.

Ladycoll, mi protagonista dragqueen

dragqueen sonriendo

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Ladycoll, mi protagonista dragqueen

¿Cómo contar todo esto después de la larga y maravillosa montaña rusa de emociones que he vivido con Ladycoll? La verdad es que todavía no he asimilado la noticia, y eso que soy el autor, pero es que esta novela no es solo una novela más, sino que representa una meta alcanzada o un sueño cumplido. Aunque por ahora se trata tan solo de un manuscrito, sé que algún día, de algún año, seguramente de este siglo, publicaré Memorias de una diva sin laureles.

El origen de Memorias de una diva sin laureles

En alguna que otra ocasión he comentado que mi protagonista está basado en un amigo, un amigo bastante cercano. Me he basado en él, por algunas características que después he transformado para crear a Damián, hasta ahí, nada más. La verdad es que pocas cosas tienen en común. Sin embargo, la razón por la cual decidí situar a Damián en un ambiente LGBT y que fuera una Drag Queen se debe a una noche de cine, pizza y un par de cervezas entre amigos.

Recuerdo que estábamos viendo A Wong Foo, gracias por todo, Julie Newmar. ¿La recuerdas? Patrick Swayze, John Leguizamo y Wesley Snipes como reinas Drag en una película divertidísima a la vez que sorprendente. ¿Wesley Snipes con un picardías verde pistacho?

Ladycoll, mi protagonista dragqueen

Ladycoll, mi protagonista dragqueeno Patrick Swayze dando una lección magistral contra el machismo

Te la recomiendo si todavía no la has visto.

Aquí te dejo el trailer.

El caso es que aquella noche sucedió, aunque no me di cuenta hasta más adelante: Ladycoll aún sin nombre, comenzó a gestarse en mi cabeza.

Asi fue como a partir de ese día fue naciendo un personaje dragqueen, tomando ideas de aquí y de allá, llevándolas al extremo y distorsionándolo todo como en una especie de realidad aumentada.

No podía dejar de pensar en ella, en qué haría, qué reacciones tendría, cúales serían sus motivaciones, sus miedos…

Se me ocurrió publicar varios por capítulos en el blog, como podrás leerlo en este artículo

Bueno, si lees ese artículo, me ahorraré contarte lo del reto de 15 días, pero si te interesa vete al artículo de nuevo. ¡Siento marearte!

12 meses de trabajo después

Me costó lo mío. No todo fue un camino sencillo y largas horas de escritura apasionante donde el sonido del teclado me creaba orgasmos auditivos. No, ni de coña. Hubo un par de meses, quizá tres, en los que no escribí ni un capítulo. Como mucho escribía un párrafo, o reescribía un poco lo que ya estaba escrito para no perder el ritmo. A veces era un poco frustrante, otras, en cambio, ni fu ni fa, porque sabía que más tarde o más temprano lograría terminar el proceso de escritura.

Hay escritores de mapa y escritores de brújula, paisajista y jardinero, como nos cuenta Ana González Duque en este artículo. Ésta vez fui “de mapa” puesto que ya conocía la historia y los personajes, a mi dragqueen particular y porque estaba escribiendo siguiendo el primer borrador del reto. Aún así, tenía a mano un montón de hojas con los capítulos diseñados previamente. Con esto y con todo, me permití momentos para usar la brújula, o para dejarme llevar un poco y divagar con esa historia.

No sé si te habrá pasado alguna vez que, gracias a dejarte llevar por la imaginación, la historia que tenías planeada mejora notablemente al deshacerte de lo establecido. Yo creo que hay que ser un poquito flexible.

Comencé a reescribir Memorias de una diva sin laureles en junio de 2017 y tardé un poquito más de la fecha que me había fijado en el calendario: el 29 de mayo (esta fecha es un asunto personal), pero no pasó nada. Estaba a punto de terminar. Tanto Adella Brac como Eva Tejedor fueron dos escritoras que me apoyaron con más perseverancia, pues ambas, sin saberlo, me animaron a darme caña con la escritura para presentar la novela en el concurso de Amazon. No participes si no quieres, pero usa esa fecha como objetivo.

Lo que me lleva al siguiente punto.

Es importante ponerse objetivos, metas, o fechas señaladas

Esa sensación de haber conseguido cumplir otro objetivo como es el de terminar de escribir una novela. Siguiente paso: corregir 😜 #escritoreslgbt

Una publicación compartida de David Orell 🏳️‍🌈📚 (@davidorell) el 26 Jun, 2018 a las 9:48 PDT

Hace apenas unas semanas, publicaba esta imagen en instagram, pero no lo hice para presumir de novela ni para crear expectación entre mis futuros lectores, sino para demostrarme a mí mismo que había logrado cumplir con una meta que me parecía imposible.

Y sí, es posible. ¡Muy posible! Veo a muchos amigos escritores que anuncian sus nuevas novelas y proyectos que pronto finalizan; mientras tanto, yo me quedo por ahí, a mi ritmo. Celebro que ellos avancen tan rápido, no me malinterpretes, pero muchas veces deseo alcanzar ese ritmo de trabajo.

Lo malo de todo esto es que mientras dura el viaje, no paro de inventar nuevas historias que anoto enseguida en cuadernos o apps.

Yo necesito ponerme fechas y fijarme objetivos, es algo que desconocía hace un tiempo, pero ahora sé qué relevancia tiene marcarse metas reales. Nunca voy a ponerme “escribir 7 novelas de 300 páginas en un año por que sé que es una tremenda idiotez”, pero ponerme metas pequeñas, reales y alcanzables sí. A la larga, se notarán los resultados y, a la vez, aumentará mi rendimiento y mi seguridad como escritor.

¿Qué objetivos te marcas tú? ¿Has cometido los mismos errores? No lo dudes y coméntame 😛

Ahora voy a seguir con Ladycoll, la dragqueen de mi novela

Personaje DragQueen como representación LGBT

Desde hace un tiempo, os vengo hablando de literatura LGBT, de personajes LGBT y de mi proyecto #EscritoresLGBT (te invito a unirte al grupo de facebook, por cierto). Yo apuesto por la aceptación, ya que la visibilidad está dando grandes pasos. Sin embargo, aún falta mucho por hacer, por eso, como escritor pretendo mediante mis relatos y novelas, aumentar la aceptación de la sociedad hacia el colectivo LGBTI. A pesar de haberse celebrado recientemente la semana del orgullo en casi todo el planeta, sigue estando presente la homofobia, la transfobia, y mucho desconocimiento…

Ladycoll es mi personaje dragqueen, y le tengo un inmenso cariño. Así como a Paco, su fiel amigo quien tiene una historia que contar bastante interesante.

¿Por qué Drag? La respuesta es: ¿por qué no? Considero que he leído poco, y que me queda mucho por leer. No obstante, no he encontrado muchas novelas con un personaje dragqueen ni de protagonista ni como secundario. Puede que existan fan fics ahora que está de moda RPDG (no confundir con RGPD).

RuPaul Drag Race es un reality maravilloso y muy divertido, no hay duda. RuPaul lleva años, muchos años siendo Drag y aparece fantástica en A Wong Foo, ¡no te lo pierdas!

Ladycoll, mi protagonista dragqueen

Yo creo que es importante incluir personajes Drag en las historias, además de ser personas increíbles y extraordinarias drag, hay muchas historias tan asombrosas como emocionantes por contar. Hace poco vi Eastsiders y uno de sus personajes guarda un perfil muy potente y que me encantaría conocer mejor.

Memorias de una diva sin laureles llegará en algún momento. Ahora quiero que sus protagonistas se tomen unas merecidas vacaciones antes de volver a la faena y corregir a saco. Y como dijo Rubén Berrueco, corregir es reescribir y reescribir XD

¡Besos y abrazos!

La entrada Ladycoll, mi protagonista dragqueen se publicó primero en David Orell.


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