Lamento por el arbolito de philip

Publicado el 04 enero 2012 por Pilarrojas

El árbol de la vida. Gustav Klimt

philip se sacó la camisa servil

llena de tardes de oficina y sonrisas al jefe

y asesinatos de su niño románticamente hablando

su niño operado cortado transplantado injertado

de bucólicas primaveras y Ginger Street volando alto verdadera

en la tarde de agosto cruel o gris

se quedó en pecho philip y cuando

se quedó en pecho hizo el recuento feliz de cuando:

le sacó la lengua al maestro (a espaldas del maestro)

le hizo la higa a la patria potestad (a espaldas de la patria potestad)

formó cuernitos con la mano contra toda invasión maternal

[(a espaldas de toda invasión maternal)

se burló del ejército la iglesia (a espaldas del ejército la iglesia)

en general de cuando

ejerció su rebelde corazón (dentro de lo posible)

fortificó sus entretelas acostumbradas al vacío (siempre que el tiempo lo permitía)

engañó a su mujer (con permiso)

philip era glorioso esas noches de whisky y hasta vino

exóticamente consumido con referencias a la costa del sol

una palabra encantadora lo detenía semanas y semanas a su alrededor sol por ejemplo

o sol digamos

o la palabra sol

como si philip buscara lejos de la sociedad industrial

fuentes de luz fuentes de sombra fuentes

qué coraje hablar del sol

como suele ocurrir philip murió

una tarde lenta amarilla buena callada en los tejados

no hablaremos de cómo lo lloró su mujer (a sus espaldas)

o el ejército la iglesia (a sus espaldas)

o el mundo en particular y en general súbitamente de espaldas:

su viuda le plantó un arbolito sobre la tumba en Cincinnati

que creció bendecido por los jugos del cielo

y también se curvó

Y si alguien piensa que lo triste es la vida de philip

fíjese en el arbolito le ruego

fíjese en el arbolito por favor

hay varias formas de ser mejor dicho

muchas formas de ser:

llamarse Hughes

hablar arameo mojarlo con té

estallar contra la tristeza del mundo

pero a ustedes les pido que se fijen

en el curvado arbolito

tiernamente inclinado sobre philip

su pecho en pena en piel como se dice

ni un pajarito nunca

cantó o lloró sobre ese árbol

verde y todo inclinado

inclinado.

JUAN GELMAN