para Vice (Edición Mexicana)
Alicante no sólo es la ciudad donde se hacen los sobres de condimentos y una hipotética región gourmet española que se vende en Argentina; allí también surgió el trío metalero Larva Fecal, furor en la web durante 2007, cuando impusieron el hit “Por el culo te voy a dar”, un video que alcanzó hasta el momento casi el millón de visitas. Apenas dar play, nos encontramos con tres pinches nenes de mamá fingiendo ser duros. A la izquierda, el guitarrista vestido de cocinero y con una máscara rasgará la guitarra como si se tratara de una urticaria insoportable en su estómago. A la derecha, un jesucristo un tanto desnutrido, caído a la tierra y liberado de la jaula del fondo del patio como el ángel de García Márquez —pero con altas dosis de narcisismo— intentará mantener una vocalización poderosamente veloz y no lo logrará, cayendo segundos después preso de un cántico agotado y casi infantil, tratando de rearmar una melodía inexistente. “La mayoría de las canciones son improvisadas —explicó este señor que se hace llamar An-Hell, cantante y figura del grupo, en una de las pocas entrevistas que dio—. Según nuestro estado anímico y nuestra elocuencia sale un temazo o una puta mierda de canción. Cuando tengo que escribir una letra, lo hago mientras estoy cagando: es mi único momento de lucidez”. “Tu ojete descomunal”; “Cómeme el prepucio que lo tengo sucio”; “Baladón hardrockero de mi miembro en tu agujero” e “Hija de la gran puta, tengo cáncer de pene”, son algunos de los títulos de las canciones de estos amorosos muchachos. Por momentos An-Hell acaricia su larga cabellera tirando por borda cualquier pretensión de dureza y remite inmediatamente más al glam de los ochenta que al deathmetal pretendido. La participación de Sebastardo (un nombre que entrecruza lo naif con lo western), baterista y bajista de la banda, se reduce a cambiar tres o cuatro veces de ritmo sin importar el tempo de unión entre uno y otro, y mostrar el dedo mayor al final de la canción que dura apenas dos minutos. Todo sonará peor que como definieron alguna vez a Nirvana: un rayador de queso cayendo por una escalera metálica. Cada año algún medio del mundo expone a Larva Fecal en su espacio para freaksy su contador de reproducciones en YouTube se dispara cuando parecía estancado para siempre. El grupo se formó de los desechos de una anterior agrupación de An-Hell: “Desvirgadores Anales”. El nombre fue creación suya, como alusión a la basura que resultaba su música. “Si hay algo peor que la mierda —dijo—, es una larva que se alimenta de ella”. El sueño de An es ser actor porno, tocar en festivales porno, y rodar un videoclip musical porno. Declaraciones monotemáticas y realmente desprendidas que se encuentran en la citada entrevista. “Me paso la puta noche zorreando en internet para follar todo lo que pueda —confiesa— y el día lo empleo en sobar, o quedar con hembras. Soy un jodido bastardo sin moral ni respeto, pero sólo los que me conocen pueden juzgarme. Follo continuamente”. El trío, a fin de cuentas, no califica mas que como otra banda punk que no llega a mucho más que la hilaridad del público con sus esfuerzos por transgredir. La tradición de género en Europa se remite a bandas como RIP o Barricada, de quienes, según acusaciones en los foros, los larva habrían “robado” algunos pasajes. Estos grupos linkean automáticamente con GG Allin: cantante punk extremo que producía conciertos de no más de diez minutos en donde interpretaba canciones como “Te voy a dar el ojete” o “La virgen es una zorra”, golpeándose con el mic, metiéndolo en su ano, masturbándose, orinando el escenario o tirando excrementos al público. Allín murió de sobredosis a principios de los noventa y marcó un camino que pocos se atrevieron a desafiar y que los Larva Fecal tomaron con liviandad, como muchos otros. Entre los españoles actuales se pueden citar a Gothic Sex, Naughty Zombies y los pioneros Decibelios, entre otros datos aportados en los foros por los cultores de estos géneros o degenerados del rock; casi una tribu urbana que últimamente sólo se expone en la web, el lugar donde todo el freakysmo puede aspirar a un gran público y regodearse en un counter. Reventarle el culo a las mujeres (aunque no se las mencione más que como hijas de puta) es el leiv motiv de todas las canciones hipermachistas, misóginas y homofóbicas por deducción. Sí, querida niña, en la balada “hija de la gran puta” An-Hell promete meterte hasta los huevos y declara que tiene el miembro hasta los cojones, y… ¡sabañones! (en una de las rimas más logradas del rock de la península ibérica, teniendo en cuenta a Sabina y Calamaro). Así es, querida, An-Hell, vestido como un Marilyn Manson del subdesarrollo, cachondeándose con su propio cabello, mira a cámara, te seducirá apelando a una infección rectal, un cáncer de pene, o recordándote que siempre, siempre, por el culo te lo dará.
(2013)