Cuando uno pasa de los 56 años, como yo, se pone a pensar en la vida en su globalidad, como un tránsito. Yo lo he hecho, y mis conclusión es que la vida se desarrolla en 8 etapas:
- Tener unos padres y nacer
- Ser niño y disfrutarlo
- Ser adolescente y disfrutarlo
- Tener pareja y disfrutarlo
- Ser padre y disfrutarlo
- Ser abuelo y disfrutarlo
- Tener una familia y amigos y morir con alegría junto a ellos
- Dejar un legado positivo que anime a otros a seguir el ejemplo vital de uno
Conviene pasarlas todas plenamente, en mi opinión personal, para alcanzar la felicidad, y dejar que fluyan con naturalidad. Seguro que cada uno de mis lectores sabe en qué etapa se encuentra. Y si se ha perdido alguna y aún está a tiempo para recuperarla.
La última etapa no la pasamos en cuerpo, pero sí en alma. Y qué hay más bonito que ser recordado como un ejemplo a seguir…
Yo aspiro a ello.
Por cierto, estoy en la etapa 5, y me aproximo sin prisas a la 6. Antes he pasado por las anteriores etapas, siendo todo lo feliz que he podido en cada una de ellas.