Pues eso mismo estoy sintiendo con la elección de las canciones de la boda. La máxima de Florentino, el director del sitio donde vamos a casarnos, es que no hagamos una boda solo para los novios, sino que impliquemos a los amigos y familiares en forma de incluir sus gustos y tradiciones en la celebración. Esto nos pasa con cosas como el champán, ni a Víctor ni a mi nos gusta y queríamos brindar con un cóctel específico pero al final nos ha convencido, es una tradición más, la del brindis, y como tal hay que tomarla.
Pero, y ¿las canciones? La de la misa, las del cóctel, las del banquete, las de bailar y las de desfasar ¡es muy difícil! Todos sabemos cuál es la música que de verdad nos da subidón -en mi caso coincide con que es la que me pongo cuando me estoy maquillando para salir o cuando estoy rebuscando en el armario con qué modelito voy a dar el cante una noche- en ese momento te pones tu reggaeton o tu Manolo Escobar o tu Frank Sinatra, sin complejos, cada uno se pone lo que le sale del bolo y canta, porque si cantas es que te gusta de verdad.
- Y entonces piensas... ¿le gustará a los de mi pueblo la BSO de Twilight? No, todo lo que sea en inglés se sale de su hilo musical.
- ¿Le gustará a las mi de universidad Manolo Escobar o Rocío Durcal? Hombre pues tampoco, haberlas haylas pero que no es su música de cabecera.
- ¿Les gustará a los de mi trabajo las canciones de telenovelas? Pues menos, a poca gente por debajo de los 70 le gustan estas canciones Silvi...
Igual que tampoco me entusiasman los himnos ancestrales de la OJE y se que en mi boda sonarán, y espero que bien alto :). En fin, que la única conclusión clara es que para que la boda tenga algo de mi, alguna de estas esferas musicales habrá que tocar, pero también la canción favorita de mi madre o amiga o la canción de bodas de alguna pareja cercana, todo para que este día se más especial si cabe aun y que la música nos haga sentir y nos sirva para recordar.
Por cierto, si tienes alguna recomendación... ¡soy todo oidos! A darle a esas teclas!!