LAS CATÁSTROFES DE ALICIALighling Tucker
Autopublicado en Amazon
295 páginas
#prenda197
¿Crees que has tenido un mal día? Seguro que no supera el de Alicia.Dejando España lejos se traslada a Manhattan para vivir su nueva vida, pero no empieza como ella espera.La empresa que iba a contratarla ha sido cerrada a causa de una investigación policial. El piso que iba a compartir está en un edificio que apenas se mantiene en pie y, como postre, el coche que alquila y en el que mete sus cosas, pisa un clavo deshinchando una de sus ruedas.Con el poco aire que queda en el neumático logra llegar al taller más cercano que encuentra por internet y está cerrado.¿Qué más puede salir mal?Justin contempla a la mujer que llega a su taller, la pobre parece haber sobrevivido a una catástrofe. Decide escuchar lo que tiene que decirle al mundo y le genera ternura su desesperación.«—Entra, te arreglaré la rueda —dijo Justin apiadándose de ella.—¿Eres el mecánico? ¿Y por qué has dejado que te explicase mi miserable vida?—Mera curiosidad —contestó sonriente.—Eres cruel». ¿Qué opinas? ¿Esta historia puede mejorar?
Los que habitualmente me leéis sabéis que el pasado mes de agosto me animé a adentrarme en varias de las historias participantes en el
Premio Literario Amazon. ¿Por qué elegí
Las catástrofes de Alicia? Por su portada. Sí, desde el momento en que la vi me quedé prendada. Le eché un vistazo rápido a la sinopsis y a leer.
¿Qué me he encontrado tras ella?
Una comedia romántica que se repite un poco y que se sostiene por una pareja protagonista que me ha mantenido pegada a sus páginas. Para mí, el encanto de estos dos se encuentra en sus "batallas" dialécticas, me enganché a sus diálogos y se convirtieron en mi gran motivación para seguir adelante.
Por otro lado, la historia en sí no es nada del otro mundo. Como su título recoge, Alicia se enfrenta a una calamidad tras otra, muchas relacionadas con su vida ordinaria y otras con su vida amorosa (sus citas a veces son todo un despropósito). Se muda a Manhattan por trabajo con gran ilusión y mucha esperanza, pero no solo no empieza con buen pie, sino que su aventura en la Gran Manzana se caracteriza por un traspiés tras otro. No, para mí
la trama no es nada del otro mundo, pero está muy bien aderezada con la pareja protagonista y su química. Como ya he dicho, he disfrutado muchísimo con sus conversaciones.
Los diálogos son naturales, frescos, divertidos... Han sido el motor que me ha animado a seguir leyendo. Como os podéis imaginar, la ambientación es un caramelo. La magia que envuelve a la ciudad que nunca duerme siempre es un punto a favor. No obstante, no os esperéis mucho detalle, actúa más bien de telón de fondo en la vida de una Alicia a la que NADA parece salirle bien. Sus citas son... ¿catastróficas?, yo diría disparatadas. Lo más rarito de la cuidad acababa cenando con ella, lo que a veces me resultaba cansino e inverosímil, pero la baja credibilidad no importaba mucho, estaba dentro de lo que puede implicar una comedia romántica por lo que no me resultaba tan raro encontrarme con situaciones locas e increíbles. Pero, ¡ay, querid@s!... entre tanto despropósito... Justin. La constante en la vida de Alicia, su caballero andante, el "hogar" al que volver, su... ¿mejor amigo?
En definitiva,
una lectura que me ha durado un suspiro, muy adecuada para la época en la que lo leí (tirada en la playita)
y con la que he sonreído en muchas ocasiones. Eso sí, se ha publicado una segunda entrega protagonizada por la mejor amiga de Alicia:
Los encuentros de Cristina (todo un personaje, la amiga atrevida que todas en algún momento deseamos a nuestro lado para ayudarnos), y aún tengo muy en duda que acabe leyéndola, aunque nunca se sabe... ya que resulta increíble pero... el verano llega en un suspiro y con el las locuras veraniegas. Tal vez un nuevo agosto acabe por ponerme en contacto de nuevo con estas dos y nos tomemos algo en Manhattan ;-)