Algo con lo que siempre acabamos comprando el domingo de ramos son las chuches. Cada año hemos encontrado alguna palma adornada con chuches y al final hemos tenido que ir a comprarlas allí mismo.
Este año pensé ser previsora y comprarlas antes, pero a 2,25€ cada paquetito, habiendo 5 niños, me pareció un despilfarro. Es que son artesanales me dijo, de manera que así mismo se lo dije al tendero “dame de esas mismas gominolas a peso que ya me los hago yo”.
Peleé un poco con unos ositos para intentar hacer una cruz, AE me sugirió hacerlas de caramelo en lugar de gominola, pero se me antojó muy complicado así que recurrí al fieltro.
No quedaron muy mal.
Había más chuches que nunca en la plaza, las mías daban el pego, no se notaba que fueran caseras, y los papis nos comimos el resto de las chuches que quedaron. El año que viene de nubes.
Lo que sí me gustaría probar un día a hacer un pastel de nubes, me refiero a los que se ponen las nubes una al lado de la otra no a hacer masa de nubes, que ese es otro reto…ains… cuantas cosas!
La que cayó después de comer fue una tarta de santiago, que como ya he dicho otras veces es muy fácil de hacer.