Revista Diario

"Las cosas son como son"

Publicado el 02 noviembre 2010 por Lunaxx7

                                                                                       Al igual que pasaba conmigo que nadie se percataba ni se daba cuenta, yo tambien conocí, remontándome a mis vivencias y amistades pasadas, a varias personas que habían sufrido abusos, o que los estaban sufriendo.
Lamentablemente, lo último que supe de estas personas no es bueno, drogas, prostitución, alcoholismo y trastornos alimentarios.
Cuando nos conocimos, lejos de verme reflejada en ellas  o ellas en mi, ni yo ni estas personas encontramos similitudes en nuestras vidas.
En ese momento no.
Pero con la perspectiva del tiempo y del entendimiento y asimilación de los abusos que nos sucedieron, puedo ver todos los puntos en común que nos unían.
Además, algunas de ellas incluso comentaron, lo que les pasaba o había pasado  con tal o cual persona de su familia.  ¡Y yo no caí! ¡No caí ni en su caso ni el mio propio!
Me da un poco de rabia el pensar en la oportunidad que hubiéramos tenido tanto ellas como yo de hablar, de poner hechos en común sobre la mesa, de ayudarnos mutuamente y descifrar el porque de nuestras vidas en esos momentos.
Y tal vez, de no caer en el declive en el que caímos y del que por suerte, escapé en muchos aspectos, pero no se si ellas han tenido parte de esa suerte.
Recuerdo las conversaciones que manteníamos y la distancia emocional en la que nos refugiábamos para no hablar más de la cuenta del tema y que no doliera tanto.
Sin ser, al menos yo, verdaderamente consciente de la gravedad de lo que nos había sucedido.
Recuerdo a estas personas con cariño y tristeza, la misma que siento por mi misma, cuando vuelvo la vista a mi pasado y a resquicios de mi presente.

A veces me veo como si fuera otra Luna la de aquella época.
Y que la Luna de ahora, que aún no está recuperada del todo y a veces pienso que nunca lo estará, siente dolor  e impotencia por no haberse dado cuenta antes de todo esto y así evitar mucha de la mierda que ha vivido, transformada ahora en secuelas, algunas de ellas difíciles de calmar. 
Pero no quiero culparme más también por esto, las cosas son como son y pasan cuando tienen que pasar, ni antes ni después.

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