Tadd Dameron NYC entre 1946-1948. William P. Gottlieb
Estar en un ambiente cálido, acogedor y casi ingrávido.
Estado de somnolencia. Leve, muy leve mareo, incluso
más suave que el producido por el alcohol. Los graves
problemas ya no lo son tanto y sientes un distanciamiento
de lo real. Lejos quedan los primeros chutes donde el
estomago se revolvía y terminabas vomitando el pollo frito
que tanto gustaba a Bird. Ahora, simplemente jugar con el
émbolo de la jeringa produce placer. Asumir que cuando
acabe todo el “viaje”, estarás varios días estreñido, un
efecto secundario que bien vale la pena. Finalmente, tener
una alucinación sonora, donde un piano bien afinado produce
melodías que nunca habías escuchado y que se te quedan
grabadas en el cerebro a fuego. Pocas horas después el
síndrome de abstinencia te pedirá más, convirtiéndote en un
esclavo de por vida, eso sin contar con los daños neuronales
irreparables de tu cerebro y de los continuos problemas con
la ley .
Esta podía ser una rápida radiografía de lo que el magnífico pianista
Tadd Dameron sentiría tras una dosis de heroína. Un músico no sólo
infravalorado y olvidado por los aficionados al jazz, sino que él mismo
tampoco se tenía muy en estima, evitando hacer demasiados solos
y grandes filigranas. Pero la realidad es muy distinta. Las grabaciones
nos indican que fue un gran técnico al piano, magnífico compositor y
enorme arreglista. Un gran músico de swing que según los expertos, logró
suavizar el sonido bop. Su personalidad tampoco fue muy plana. A la ya
mencionada adicción a las drogas, hay que añadir un interés casi
enfermizo por los temas cabalísticos, un asunto muy ajeno para los que
no nos interesa el asunto, y un oscurantismo casi total de su vida personal.
Por todo ello, vamos a analizar las diferentes facetas de la vida de Dameron
en lo que hemos llamado: LAS CUATRO VIDAS DE TADD DAMERON.
VIDA
Tedley Ewing Peake nació en Cleveland, Ohio, en el seno de una familia muy
aficionada a la música, donde ambos progenitores tocaban el piano. Su madre
le enseñó a tocarlo de oído, aunque el propio Tadd reconoce que él estaba
más interesado en jugar al Baseball que en aprender los rudimentos del
instrumento. Al poco tiempo de nacer nuestro pianista, sus padres se
separaron. Más tarde, su madre restablecerá su vida con otro hombre llamado
Adolfo Dameron, un chef que tenía un restaurante propio. La custodia de los
hijos recayó en la madre que, automáticamente tomaron el apellido del padre
adoptivo, Dameron. Pero no acaban aquí las anécdotas relacionadas con el
nombre de nuestro músico, ya que no siempre fue conocido como Tadd.
(c) Mosaic Images.
Durante mucho tiempo, su nombre de pila fue Tad, con una sóla “d”. Ésto
cambiaría en 1947, cuando el pianista conoció a un numerólogo que le dijo
que “para ser feliz tienes que añadir una letra adicional a tu nombre.”.Así,
Tad se convirtió en Tadd. Tras la primera etapa formativa comentada, y dejando
un poco de lado los temas cabalísticos, será su hermano mayor, Caesar,
quien lo introducirá de lleno en el mundo del jazz. Conocida es la anécdota a
este respecto. Caesar era saxofonista y tocaba muchas veces en clubes
nocturnos. Cierta noche de la década de los 30, llevó a su hermano pequeño
con él y pidió permiso al líder del grupo, Andy Anderson, para que Tadd subiera
a tocar el piano. Dicho y hecho. Anderson consintió, con la idea preconcebida
de que lo haría mal, pero se llevó una gran sorpresa al escucharlo. Posteriormente
sus palabras fueron estas, en una traducción chusca: “Tenía diez dedos y todos
cayeron sobre las teclas del piano, pero a la vez todos ellos se encontraban en
diferentes notas. No te esperarías ésto”.
En 1935, Tadd se gradúa en la antigua Central High School de la calle 55 Este,
tras lo cual pasó a tocar en numerosos garitos nocturnos junto a su hermano;
una salida laboral bastante predecible, viendo el ambiente que lo rodeaba. Como
curiosidad podemos decir que el joven Tadd suspendía los exámenes de música en
la escuela, algo un tanto paradójico si tenemos en cuenta que en el futuro se
convertirá en uno de los mejores músicos de jazz de la historia. En estos clubes
comenzaría su calvario con las drogas, una cuestión que hacía que
ambos hermanos tuvieran bastantes peleas, imagino que con la intención, por
parte de Caesar, de que Tadd las dejara. No fue así, pero su bajada
a los infiernos con los estupefacientes coincidió , inversamente, con su subida
en lo concerniente a su profesión, teniendo un éxito inusitado en todas las formaciones
en las que participaba y componiendo varios temas, que después se convertirían
en clásicos del jazz. Pero su gran carrera fue cortada de raíz al ingresar en la cárcel
durante tres años por delitos con narcóticos. Ésto fue un gran golpe del que jamás
se recuperó.
(c) William P. Gottlieb .
VIDA ROSA
Parece ser que Dameron era muy reservado a este respecto, y no solía hablar
con mucha gente de su vida personal. Pero Combs, uno de sus biógrafos, ha
encontrado al menos cinco mujeres diferentes que podían haber sido sus
esposas o novias y hasta cinco hijos que se le atribuye, en una horquilla
temporal que abarca desde 1939 hasta 1965. Aquí os resumo algunos datos de
algunas de ellas:
– Margo: Dos hijos con Dameron. Se la tragó la tierra. No sabemos mucho más
de ella.
– Maely Dufty: Un hijo llamado Bevan (?). Este chico creció y se convirtió
en un gran político activista de los derechos de gays y lesbianas. Dameron
nunca reconoció a este hijo como suyo, aunque Maely siempre se lo atribuyó.
– Una tercera pareja de la que se desconoce el nombre y apenas se sabe nada
de ella. Se cree que Dameron y ella tuvieron dos hijos juntos.
– Mabel Sooper , mejor conocida como Mia: será el único matrimonio confirmado.
Se casaron en 1964 y estuvieron juntos hasta la muerte del pianista en 1965.
Bibliografía :
COMBS, PAUL. Dameronia. The Life and Musics of Tadd Dameron. The
University of Michigan Press. 2012.
DAVIS, MILES. Miles. La autobiografía. Alba Editorial. 2009.
GIDDINS, GARY. Celebrating Bird: The Triunph of Charlie Parker. The
Capo Press. 1999.
MACDONALD, IAN. The Life and Legacy of Tadley Ewing Dameron.
Jahbero Press. 1998.
Enlaces de Interés :
Apolo y Baco
Jazz.com
Discografía Recomendada :
1949. Antropology. Spotlite.
1953. A Study in Dameronia. Prestige Records.
1956. Mating Call. Original Jazz Classics.
1962. The Magic Touch of Tadd Dameron. Original Jazz Classics.
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Juanma Castro Medina para ZDJ , 2013.