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Las flores de Baudelaire (Gonzalo Garrido)

Publicado el 15 enero 2013 por Montse @almaprendida
Las flores de Baudelaire (Gonzalo Garrido)
Datos técnicosTítulo: Las flores de BaudelaireAutor: Gonzalo GarridoEditorial: AlrevésPrimera edición: Mayo de 2.012
SinopsisTodos somos traidores en algún momento de nuestra vida. Bien lo sabe el protagonista de Las flores de Baudelaire, Alfredo Maldonado, un prestigioso fotógrafo en el Bilbao industrial de 1917 que se ve inmerso en una investigación sobre el brutal asesinato de la hija de una de las familias más ricas de la ciudad. Maldonado, un hombre escéptico y con una afición oscura, diseccionará con su humor ácido una sociedad indiferente a la tragedia de la Primera Guerra Mundial. El resultado de sus pesquisas lo llevará a descubrir una trama de complejos intereses familiares y financieros cuyo denominador común será el mal. Según el autor, la novela demuestra que la ambición y la mezquindad no son sólo atributos de nuestro tiempo, sino que son inherentes a la condición humana, como bien demuestran los hechos.Eduardo Mendoza ha dicho de la novela que es una intriga bien contada que acaba envolviendo a la sociedad bilbaína y, lo que es más importante, al lector.
AutorGonzalo Garrido (Bilbao, 1.963) es escritor y consultor de comunicación. Durante su trayectoria profesional ha vivido en Estrasburgo y Bruselas en distintas etapas de su vida.Desde 2.010 mantiene el blog Literatura Basura, lugar de experimentación como espacio narrativo. Además, promueve el Encuentro Blogs Literarios (#EBLS), donde se analizan tendencias literarias. Las flores de Baudelaire es su primera incursión en la novela.
ArgumentoAlfredo Maldonado, fotógrafo, profesión que ejerce en algunas ocasiones como auxiliar de la policía,  actúa también como investigador privado en los casos en los que la policía no tiene pistas que seguir.Ahora es el turno del asesinato de una niña discapacitada, Anabel, hija menor de uno de los industriales más ricos del Bilbao de principios de siglo.Sus investigaciones le llevarán por un camino en el que descubrirá que el mal puede habitar en cualquier lugar y que hay demasiadas personas  interesadas en que sus pesquisas no le lleven a ninguna parte.¿Por qué el criminal se ha llevado una mano? ¿Qué significado tiene la estrella con las palabras Mare Nostrum?
  • Durante años, acudí a los asesinatos que se producían en la ciudad. Gracias a un amigo, había sido contratado por la policía como fotógrafo auxiliar. En esas ocasiones, la central me avisaba del suceso. Entonces cogía los bártulos y me lanzaba a pie, en tranvía o en algún otro medio de locomoción hasta el lugar del crimen. Algunos inspectores, a pesar de mi acreditación, me ponían toda clase de dificultades para realizar mi trabajo. 
  • Miré espantado y curioso a la vez. El cuerpo era un pelele que estaba tumbado sobre la cama, inmóvil, desarticulado, encharcado en sangre espesa, como coagulada. El cuello de Anabel había sido seccionado de oreja a oreja, sin piedad, con un corte profundo que había separado parcialmente la cabeza de su tronco.
  • Anabel era una niña inofensiva, limitada intelectualmente, con un físico deforme y que apenas salía de casa. No podía tener enemigos, no cabía la envidia de nadie, no atraía físicamente —añadí, dirigiéndome a mi asistente.

Opinión personalTuve el placer de conocer a uno de los editores de Alrevés hace poco menos de un año (no diré su nombre, aunque lo más probable es que esta persona no se acuerde de mí). Nunca más he vuelto a hablar con él, así que lo que voy a contar es solamente mi opinión (por cierto, no le debo nada, ni a él ni a la editorial, porque el dinero para comprar este libro ha salido de mi bolsillo), pero si que quiero que quede constancia sobre lo que pienso de su política: esta editorial es de las pocas que apuesta por primeras novelas de autores desconocidos, arriesgándose a que esa obra sea un éxito, y después un gran grupo editorial fiche al escritor en cuestión y recoja los frutos sembrados por Alreves; es injusto, pero es así. Desde aquí mis respetos y mi agradecimiento por su encomiable labor.Conocí esta novela gracias a las reseñas de algunos blogs de los muchos que sigo y todas coincidían en su opinión: era una obra de muchísima calidad. Ante tal unanimidad no podía equivocarme con ella y la puse en mi lista de libros que "quiero leer"; y todos los blogueros tenían razón (gracias por vuestras recomendaciones, acertadísimas casi siempre).La nota, seguramente, merece ser más alta, pero no lo he disfrutado tanto como debería haberlo hecho siendo tan corto, tan entretenido y tan fácil de leer, porque lo he leído a ratitos y así, como diría mi madre, "no me luce" ninguna lectura. Yo necesito tener muchas horas por delante para poder deleitarme y en este caso no ha sido posible. Lo siento.Lo primero que sorprende es que Las flores de Baudelaire sea una opera prima, por la maestría del autor construyendo la trama, por lo real y vívido de sus escenarios y por la credibilidad de sus personajes.El título lo dice todo: rápidamente lo identificamos con Las flores del mal del autor francés (y no puede haber nada peor y más reprobable que el asesinato de un niño, más aún cuando es discapacitado); pero Gonzalo Garrido no se limita a describirnos el mal como el crimen execrable de Anabel, demostrándonos que el mal se encuentra en cualquier parte: en las relaciones familiares, en las sociales, en las laborales..., en cualquier tipo de relación entre humanos.Ambientada en Bilbao en 1.917, en el marco histórico de la Gran Guerra en Europa, la novela está estructurada en 64 capítulos muy cortos (no podía ser de otra manera cuando la obra también lo es).Está escrita en primera persona, con un narrador protagonista, Alfredo, que lo hace como si de un periodista se tratase y ejerciese de cronista de la sociedad de su época, diseccionándola por entero.Siguiendo un orden cronológico lineal (que se ve roto, en algunos momentos, por raccontos y flashbacks), con un estilo conciso, directo y fluído, la trama está muy bien armada, con un ritmo ágil que se mantiene durante toda la obra gracias a la intriga (que nos va envolviendo poco a poco, porque hay demasiados asesinos potenciales), al cambio constante de actores en cada capítulo y la brevedad de éstos.Los personajes están muy bien perfilados, tanto los principales como los secundarios, porque esta novela está poblada de ellos. Gonzalo Garrido es un gran contador de historias y en cada capítulo nos narra la de uno de ellos; algunos entrañables, como el protagonista, que bastante tiene el pobre con aguantar a la repelente de su mujer, Esther; otros odiosos, como Fran, el padre de la niña asesinada.Los escenarios y ambientes magníficamente conseguidos, sobre todo el retrato de la sociedad bilbaína de la época, las relaciones que mantienen entre ellos los grandes oligarcas y sus luchas de poder, la industrialización de la ciudad, las enfrentamientos entre los partidarios de ésta y los del medio rural,  el sindicalismo, los sectores anglófilos y los germanófilos, y la ciudad de Bilbao, también una de las protagonistas de la obra.El desenlace está lleno de giros imprevistos que nos abocan a un final sorprendente y que nos deja boquiabiertos. Quiero matizar algo: he leído por ahí que esta novela es un calco de La ciudad de los ojos grises. Solamente puedo decir que quién ha escrito eso no ha podido decir una sandez más grande. Las dos novelas únicamente tienen como denominador común la ciudad de Bilbao; y ahí acaban sus similitudes.Y, finalmente, un párrafo de la novela que sirve para cualquier época y lugar, y que actualmente es probable que esté más vigente que nunca, porque los españolitos de a pie no tenemos nada que hacer cuando los hilos del poder los mueven indeseables, que mantienen entre ellos unos lazos enraizados: 
  • Los de nuestra clase tocamos los mismos instrumentos y seguimos la misma partitura —me dijo, algo esotérico—. Ahí reside nuestra fuerza. Y en estas épocas de turbulencias necesitamos juntarnos como una piña.

Valoración: 8,5
Leído el 8 de Enero de 2.013
Las flores de Baudelaire (Gonzalo Garrido)

Montse Martín


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