Hace poco han publicado las peores fotografías tratadas con Photoshop durante 2010. Puedo entender, y entiendo, que toda fotografía se retoque para salir en alguna edición impresa o web: ajustar balances, brillos, luz, recortar... pero de ahí a modificar la foto entera va un rato. La situación también cambia dependiendo de si estamos ante una fotografía de moda (como son la mayoría de ejemplos de ese top 20) o hablamos de fotoperiodismo. El fin dista mucho entre ambas: vender vs. informar. Por eso quizás, las que más han llamado mi atención son los dos ejemplos de fotografía periodística elegidos por la publicación:
Por cierto, si queréis observarlas mejor, sólo tenéis que hacer click sobre ellas y se os abrirá una ventana con la fotografía agrandada.
Y bueno, esta segunda no hay por donde pillarla, ¿dónde está el compañero que abraza por detrás al chico de la camiseta negra? La culpable es la publicación deportiva de nacionalidad argentina Olé.
¿Se han perdido las lecciones tan valiosas de Cartier-Bresson? ¿Y si el instante decisivo no fuera más que unas horas ante el ordenador?
Parece que nos debemos doblegar ante el uso de las nuevas tecnologías, ya no hace falta que salgamos a fotografiar paisajes, vivencias, experiencias, la vida... ahora con un ordenador podemos recrearla (mejor o peor, viendo estos casos). Os invito a ver todas las que forman el top 20 de Photoshop Disasters, no tienen desperdicio.
¿Tiene futuro el fotoperiodismo? Confío en que sí.