Cuánto me gustaría que recordaras
los días felices en que éramos amigos.
En aquel tiempo,
la vida era más hermosa y el sol más ardiente que hoy.
Las hojas muertas se pegan a la piel.
Ya ves, no lo he olvidado.
Las hojas muertas se pegan a la piel,
y los recuerdos, y también las penas,
y el viento del norte se los lleva a la noche fría del olvido.
Ya ves, no he olvidado la canción que tú me cantabas.
Es una canción sobre nosotros: yo te amaba y tú me amabas.Lo vivíamos todo los dos juntos: tú, que me amabas; yo, que te amaba.
Pero la vida separa a los que se aman muy suavemente,
sin hacer ruido,
y el mar borra sobre la arena el paso de los amantes desunidos.
Jacques Prévert