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Las intenciones y la confianza

Publicado el 11 junio 2012 por Mbbp

LAS INTENCIONES Y LA CONFIANZA

Las intenciones

El diccionario define “intención” como “plan” o “propósito”.

·  Las intenciones son importantes.

·  Surgen del carácter

·  Aunque tendemos a juzgamos a nosotros mismos por nuestras intenciones, solemos juzgar a los demás por su comportamiento.

·  También tendemos a juzgar las intenciones de otros en función de nuestros propios paradigmas y experiencia.

·  Nuestra percepción de las intenciones influye enormemente en la confianza.

·  Las personas suelen desconfiar de nosotros por las conclusiones que extraen de lo que hacemos.

·  Es importante para nosotros influir activamente en las conclusiones que extraen otras personas “manifestando nuestras intenciones”

Manifieste sus intenciones

Hace poco, un hombre me preguntó cómo podía transmitir adecuadamente los puntos fuertes y los resultados de su empresa a futuros clientes sin que le tomaran por arrogante y fanfarrón, y acabara perdiéndolos en el proceso (lo que habría sido un problema). Le dije: Manifieste sus intenciones. Que sus clientes sepan por qué está contándoles los puntos fuertes y los resultados; que no es para ponerse por las nubes; es para lograr que confíen en que usted posee las capacidades y el historial adecuado para prestarles un buen servicio.

Manifestar las intenciones y expresar las prioridades y motivaciones puede ser un arma muy potente, sobre todo si otras personas no malinterpretan su conducta. También resulta valioso como medio para generar confianza en nuevas relaciones.

Doug Conant, director general de Campbell Soup Company, me dijo hace poco que, durante la primera hora de trabajo con nuevos compañeros u otros socios comerciales, les hace saber que actúa para que la gente sepa qué esperar. Les dice explícitamente que, entre sus prioridades, se encuentra generar confianza y que quiere que ellos desarrollen confianza en él al verle cumplir lo que dice que va a hacer. Y, además, Doug considera que declarar las intenciones no sólo infunde confianza, sino que también le confiere mayor responsabilidad para mantenerse fiel a lo que ha dicho.

Cómo mejorar las intenciones

Básicamente, las intenciones son cosa del corazón. Es algo que no se puede fingir; por lo menos, no por mucho tiempo. Pero es algo que, decididamente, sí puede trabajarse y mejorar.

Algunas personas se mueven, realmente, por intenciones desafortunadas. Aunque tal vez no sean conscientes de ello ni lo admitan, en lo más profundo de sí mismas buscan su propio beneficio, un cargo o posesiones, por encima de personas, por encima de principios, por encima de todo. Otros, en cambio, tienen buenas intenciones – sinceramente, quieren hacer lo correcto y buscan el bienestar de los demás-, pero expresan o ejecutan sus intenciones de forma deficiente.

Aunque tal vez no nos demos cuenta de ello, la mayoría de nosotros se enfrenta a, como mínimo, cierto grado de desafío en los dos ámbitos.  Si somos realmente honestos, debemos admitir que, en ocasiones, los motivos que nos impulsan no son completamente puros. En ocasiones, abordamos situaciones con intenciones ocultas -incluso insignificantes – que nos impiden ser totalmente francos con los demás. Otras veces, manifestamos conductas que no demuestran interés, apertura y preocupación. Sea cual sea el grado que tengan estos desafíos en nuestra vida, nos perjudican, tanto en el terreno personal como en el profesional.

El reto, por lo tanto, es mejorar las intenciones.

Solemos juzgar a los demás en función de su comportamiento y a nosotros mismo en función de nuestras intenciones. En casi todas las situaciones, haríamos bien en reconocer la posibilidad – incluso, la probabilidad– de que otras personas alberguen buenas intenciones… a veces, a pesar de su conducta observable.

“El Factor Confianza”, Stephen Covey Jr.

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