Las luces del puerto

Recientemente cayó en mis manos un libro que llevaba este titulo. Su autor, un amigo y maestro. De entrada, es un libro que promete. He comenzado a leerlo, y doy fe que no deja indiferente.
Estamos ante una exquisita narración cuyo epicentro gira en torno a un popular barrio marinero de una ciudad norteña. Un magnífico relato de la vida cotidiana de viejos pescadores del Cantábrico, que ven alterado su día a día por una venganza mortal tras una violación.
Un libro muy cuidado desde dos ópticas: desde la narrativa, con una ríqueza lingüística y léxica realmente envidiable, que deben catapultar al libro (desde mi paupérrima visión) a las primeras filas en el ranking de los mejores libros publicados en el presente año. Y la otra óptica, la editorial resulta acertadísima. Estamos ante una edición cuidada y mimada, en dónde el trabajo esmerado de la editorial respira por todos los poros. Y eso da gusto, e invita a la lectura. Eso dice mucho tanto del libro como de la editorial.
No me extiendo más. Ahora, hay que hacer los deberes, y leer el libro. Nadie se arrepentirá. Un libro ameno, acariciado, y de lectura fácil. Algo inusual de encontrar últimamente, tal y como está el patio.
Como véis hoy, ¡por fin!, hablo de literatura. Ya era hora. Por tanto, ¡adelante!, que cada cual lo compre dónde pueda o dónde quiera.
Lo dicho, cuando se abrazan un autor con una calidad más que contrastada junto a una editorial que hace las cosas bien, el éxito está más que asegurado. Algunos, muchos, tendrían que copiar, y les iría mejor. Menos egos y a trabajar de una … vez. Pero ya.