LAS MEDIAS NARANJAS NO EXISTEN - Elena Garralón

Publicado el 20 mayo 2019 por Anuca @ideaspalabras
LAS MEDIAS NARANJAS NO EXISTEN
Elena Garralón
Click Ediciones
364 páginas
#prenda182
Liarse con un hombre casado nunca es buena idea, sobre todo si lo haces en plena crisis de los treinta y convencida de que ahí fuera no hay nadie especial para ti. Pero eso es precisamente lo que hace Cris, desoyendo las advertencias de sus amigas. Para colmo de males, el reencuentro fortuito con su primer amor removerá antiguos sentimientos y le hará cuestionarse varios aspectos de su vida. ¿Logrará Cris sobreponerse a la peor crisis de los treinta jamás contada?Las medias naranjas no existen es una novela sobre el amor, la amistad y los impulsos que nos guían en nuestro camino. Habla sobre las dudas que todos tenemos, sobre el miedo, la nostalgia y la necesidad. Versa, en definitiva, sobre la vida y todo lo que trae consigo, desde un punto de vista humorístico y fresco pero no por ello carente de sentimiento.

No frecuento el Chik Lit. Fundamentalmente porque no suelo congeniar con sus personajes, me cuesta sentir algún tipo de conexión con las chicas que aparecen, y sí, paso a veces un rato divertido pero me falta algo. Con ese talante me enfrenté a la novela de Elena Garralón, pensando en pasar un buen rato con una lectura amena y ligera. 
Y sí, he pasado un rato estupendo, pero esta lectura ha resultado ser algo más. Paola, Sara, Irene, Cris y yo hemos tenido feeling. Cuatro amigas rondando la treintena cuyas vidas no me han resultado extrañas. He logrado con ellas lo que no suelo alcanzar con otras y eso ha enriquecido muchísimo mi experiencia junto a estas letras. 
Las medias naranjas no existen está narrada por Cris, con lo que todas sus reflexiones nos llegarán de primera mano, y es que ella es quien suscribe la frase que da nombre a esta historia. Después de que su primer amor rompiera con ella cuando aún estaba enamorada, entiende el amor como algo frágil que más pronto o más tarde se termina y le cuesta entregarse a una relación formal. Recién cumplidos los treinta, comienza un escarceo con un hombre casado, lo que corrobora su tesis pero también sacude su conciencia. Sus tres amigas: Sara, Paola e Irene, harán todo lo posible para que termine una relación de la que no va a salir indemne; y para conseguir que se crea que está estupenda y que sus recientes complejos no son más que paranoias que merman su autoestima y la empujan a tomar decisiones erróneas. Y es que sí, yo también le hubiera dado a Cris un buen tirón de orejas para quitarle esas tonterías de la crisis de los treinta (aunque he de reconocer que con alguna cosilla me he reído).

Fuente


Las tres chicas que cierran el cuarteto son fantásticas. Sara está a punto de casarse con su novio de toda la vida, y... bueno... los nervios preboda siempre juegan malas pasadas. Paola se está intentando abrir paso como actriz a la par que parece estar a punto de encontrar esa media naranja en la que su amiga Cris no cree. E Irene... ¡ay, Irene! Solo os diré: poned una en vuestras vidas. Divertida, desenfadada, con una gracia natural que pone la guinda al grupo. Peluquera y desesperada por encontrar a un amigo gay con el que poder sentirse uña y carne.
Y estas cuatro mujeres no tienen problemas extraordinarios pero sus conversaciones, su día a día, me ha entretenido y mantenido intrigada como si de la vida de mis propias amigas se tratara.  Teñirse en casa y liarla parda, que tu suegra se vuelva y te vuelva loca con tu boda, que tu madre se divorcie y se venga a vivir contigo boicoteando en cierto modo tu intimidad, que antiguas parejas reaparezcan en tu vida haciéndote dudar de cosas que tenías muy claras, que el camarero te tire los tejos sutilmente y a pesar de saber que sería tu mejor opción verle solo como un amigo...
En fin, lo dicho, nada extraordinario pero contado de un modo tan ameno y a la par cuidado, que no me ha resultado difícil coger un taburete del pub y sentarme en la mesa de estas chicas. Despedirme de ellas, en cierto modo, me dio tristeza.