El pasado sábado día 17 de septiembre vió la luz el criticado y cacareado Impuesto sobre el Patrimonio, o como también se le viene denominando el “Impuesto sobre los Ricos”. Un Impuesto que ha despertado del letargo en que se encontraba desde el año 2008 para reforzar el principio de equidad y gravar así la capacidad contributiva adicional que la posesión de un gran patrimonio representa.
Acerca de las novedades que introduce con un horizonte temporal, así como de mis argumentos en contra del mismo os hablo en un artículo que he escrito en BlogCanalProfesional, que como ya es costumbre, os enlazo desde este blog y que os invito a leer pulsando sobre la siguiente imagen.
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