Las muertes de un soñador

Publicado el 01 mayo 2015 por José Ángel Ordiz @jaordiz

FRAGMENTO DE LA NOVELA:

Dentro de algún tiempo, Negra, recordaré estos momentos, esta fecha a la que sin duda se aferrará mi memoria para justificar un cumpleaños, acaso el medio siglo de mi existencia, de esta sucesión de lo análogo que ahora mide nueve lustros. Sí, cuarenta y cinco años reducidos a unas escenas, a unas muertes, a un montón de sueños rotos. Seguro que recordaré cada detalle de tu final porque camino mirando hacia atrás desde este frágil cantil interior que no encuentra apoyo en el presente, sólo abierto hacia el pasado porque el futuro tampoco existe para mí, porque no puede existir cuando uno se deja arrastrar por las horas sin otra ambición que la de ocupar un nicho entre los cipreses cuando el corazón se canse de latir inútilmente. Me sobran años porque me falta vida para sostenerlos. Soy culpable de omisión, Negra. ¿No oyes este clamor en mi cerebro que me obliga a padecer una vez, y otra, y otra, las dimensiones de mi fracaso? Y esa voz nocturna… Este perseguir rostros y gestos y sentimientos de otras vidas acaso buscando en ellas la razón de la mía, mis días tarazados por la frustración de no obtener la conquista de ese castillo custodio de identidades… Acaso recordaré también la estela de aquel avión que va de una a otra nube trazando entre ellas un puente imposible.


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