Hay días que por mucho que se quiera, no se olvidan. Esos días pueden ser buenos o malos. Las imágenes de esos días me vienen una y otra vez. Imágenes, palabras, lugares, personas... Aún recuerdo cada mínimo detalle, como si acabase de ocurrir.
Recuerdo cuando me llamaron, cada una de las palabras que me dijeron y el tono con que las pronunciaron, recuerdo cuando abrí la puerta, sus rostros, sus miradas, sus abrazos, sus intentos de consolarme... Absolutamente todo. En ocasiones el cerebro borra los recuerdos dolorosos, es un tipo de amnesia. Pero, ¿por qué no ocurre siempre así, por qué no elimina todos los recuerdos dolorosos que tenemos? Creo tener la respuesta: para ayudarnos a madurar, a hacernos más fuertes, a crecer como personas... Por alguna parte un día leí que las personas son el resultado de la suma de todos los momentos que han vivido, momentos buenos y momentos malos. Tal vez sea esa la razón por la que recordamos muchos de los momentos dolorosos que vivimos a lo largo de nuestra vida. Lo que más extraño me parece de todo esto es que aparentemente "eliminamos" de nuestros recuerdos buenos momentos, quiero decir, que no logramos recordar con tanta exactitud las cosas buenas, recordamos mejor las malas. Al menos es lo que me ocurre a mí. En fin, que el que una persona sea de una o otra forma no solo depende de la educación que le den sus mayores, sino de las cosas que le toque vivir a lo largo de su vida y de cómo se enfrente a ellas.