Revista Talentos
Iba en un vaporetto junto a una bella y desconocida mujer oriental. El día era azul. Llegaron al bacino di San Marco, a la derecha quedaba La Salute, en frente, la isla de San Giorgio. Emocionado, exclamó: "Venice is wonderful!". Ella sonrió. Meses después, melancólico, aún recordaba il suo sorriso.