Eres una canción en Javier Ruibal,
la luz del mar de Cádiz,
la voz de Fernando Quiñones,
los versos de Neruda y sabré acariciar las nuevas flores
porque tú me enseñaste la ternura,
la palabra en mis labios,
un pañuelo azul abrazando las caderas,
la arena que se me escapa entre las manos,
la soleá de Triana con el sabor que deja la ausencia,
un beso,
las cuerdas del violín,
el agua fresca para abrir los ojos,
tu nombre susurrado en árabe,
y en francés,
el final de un poema.
Cádiz, febrero de 1979.
Lucía saborea lo vivido desde la distancia.