de Stephen Chbosky
¿No os encanta coger un libro sin saber de qué va? Eso de abrir por la primera página, temblar interiormente y preguntarte si todas las opiniones positivas que habrás leído u oído tendrán razón... Si no sabes de qué va un libro, es muy posible que no te guste, pero también que no te decepcione. El truco es saber en qué personas puedes confiar (por afinidad literaria, más que nada) y como lo sé, no tenía dudas de que, más o menos, Las ventajas de ser un marginado me iba a gustar. Sí, estaba segura... Hasta que empecé a leer.
Gracias a Alfaguara por el ejemplar.
Charlie tiene 15 años y se ha quedado solo tras el suicidio de su mejor amigo. Vive con sus padres, su popular y guapa hermana y un hermano mayor que es una estrella del fútbol americano y que está a punto de comenzar la universidad. Su profesor de lengua está convencido de que Charlie posee una gran capacidad intelectual. Tras conocer a Sam y Patrick empieza a comprender lo que es ser un adolescente, y comienza un viaje hacia la madurez que le llevará a recorrer caminos nuevos e inesperados. Con ellos descubre nueva música, empieza a beber, fumar y coquetear con drogas, cambia de amigos… ¡Hasta que se convierte en un joven de verdad sin tener que renunciar a su personalidad!
Llevaba unas veinte páginas y ya me preguntaba qué le veía la gente a ese libro. Estilo sencillo, personajes sencillos. Protagonista extraño... Y poco más. Entonces, sin que me diera cuenta, el libro cambió. No viró ni cambió de rumbo: sin que me diese cuenta, el personaje había ido evolucionando y, con él, la prosa de las cartas que escribe (porque señores, nos encontramos delante de una curiosa novela epistolar). El estilo sencillo se convirtió en la voz del personaje hablándome al oído, sus amigos y conocidos en personajes tan reales como la vecina adolescente del quinto y el protagonista... Digamos que Charlie, el verdadero Charlie, había emergido de sí mismo y yo lo estaba presenciando.
No es una historia de acción, ni de acoso escolar, ni dramática. Charlie se limita a explicarle a alguien (¿Quién? Ah, misterio) su día a día; sus sensaciones, su visión del mundo y de lo que le rodea. Charlie, hay que decirlo, es especial, y esa es la magia de la novela. Lo que más me ha gustado es sin duda el estilo. Es extraño, porque no me convencía para nada al principio. Cuando conocí mejor a Charlie fui comprendiendo por qué se expresaba como lo hacía, y aun así, seguía sin gustarme del todo. Pero poco a poco fue evolucionando junto al protagonista y se convirtió, a mi ver, en la base de la novela. No sería lo que es sin la narración, la voz de Charlie que fluye por la pluma de Stephen Chbosky con maestría. Así que el estilo poco atractivo con el que empezó la novela se convirtió en su mejor baza.
La verdad es que es difícil decir mucho más de una historia tan peculiar como la que esconde Las ventajas de ser un marginado. Además de la figura de Charlie, sus problemas y sentimientos, encontramos temas tan importantes como la amistad, la inocencia, la familia y otros muchos como el sexo, las drogas y, por supuesto, la adolescencia. El ritmo es ágil, basado sobre todo en diálogos y reflexiones. Otra de las cosas positivas es que se habla de música y literatura, con recomendaciones que yo tengo apuntadas. ¿No os encantan las novelas que os descubren otras obras maestras?
Yo personalmente me he alegrado de haber leído el libro sin saber apenas nada de él, así que voy a dejar aquí la reseña. Antes de terminar, tengo que recomendar el libro con énfasis. Es una de esas grandes lecturas que permanecen contigo mucho tiempo después de haberlas terminado, que te hacen pensar y reflexionar sobre temas importantes. Además, lo hace desde la inocencia y la ingenuidad de Charlie, lo que la hace especial. Yo tengo claro que Charlie y su historia van a estar en mi memoria durante mucho, mucho tiempo.
Historia: