Casualmente… pocos días antes de llegar la gran bestia homófoba bávara, el presidente del PP, Mariano Rajoy, realizó aquellas singulares –desconcertantes, viniendo de quien vinieron- declaraciones acerca del matrimonio entre personas del mismo sexo: aunque el Tribunal Constitucional se pronuncie a favor de su constitucionalidad y, por tanto, desestime el recurso de inconstitucionalidad interpuesto por la extrema derecha, él, Rajoy, no lo aceptaría. ¡Más papista que el papa!
Casualmente… dijo esto cuando estaba por llegar la vaticana bestia homófoba que, casualmente, no pensaba encontrarse con Mariano Rajoy ni para una mísera foto pero que, de nuevo casualmente, finalmente, tras las declaraciones del líder de la extrema derecha, consintió fotografiarse con él.
La foto, en el aeropuerto de Lavacolla. Su precio: las declaraciones absolutamente fachas y homofóbicas de Mariano Rajoy. En Lavacolla, pues, sin moverse para poder salir en la foto, lavó Rajoy su fama, su honra, su…
¿Lava pollas Lavacolla? ¡Ni Ariel lava más blanco!
Estoy feliz y contento: suena por los altavoces Le temps des cerises, es un inefable, otoñal lunes frío. Fuera, Barcelona-Santiago, zona cero de la hecatombe laicicida del “finde”. La gran bestia homófoba ha vuelto a su cubil. ¿Qué nos queda? Resistir.
Y comprar el nuevo y definitivo detergente de honras: ¡Lavacolla!
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