Le fou

Publicado el 19 abril 2013 por Sara M. Bernard @saramber


Hablar de libros de otros, tan seguido, me deja un poco loca.
La producción se ha estacando de manera terrible, por una perdida de interés impuesto desde fuera. Cada día llegan nuevas malas noticias, un nuevo autor que explica lo mismo y se adelanta. Entonces claro, surge la pregunta ¿para qué? 
Existen varias herramientas del demonio informáticas que te avisan para que escribas un determinado número de palabras al día, sin falta. Bloquean el ordenador, te acorralan en el móvil peor que un comercial de telefonía y acciones por el estilo. Son tan útiles como recibir un curso de astronauta, no he instalado ninguna. La pereza por escribir no viene de ahí.
Rebusco algún manual, un curso, un algo, pero no aparece la información para solventar este bloqueo. El bloqueo es que me he enganchado a una idea. Podría inventar cualquier otra; podría hacer otra novela de terror, como las pasadas; pero quiero esta idea, sí o sí.
Otros se adelantan. Aparece la prisa.
Otros se adelantan y dicen que cuentan lo mismo. Surge la pereza, porque no puedo cambiar la idea, no quiero cambiar de idea, porque es biográfica sin que se note y no hay otra cosa que quiera contar ahora.
¿Qué se hace con un bloqueo así, a ver, expertos de los cursillos literarios?
Mientras, esperan unos cuantos e-mails con recomendación y algún editor interesado en el proceso.