Revista Literatura

Leer autopublicados ¿y por qué no?

Publicado el 23 enero 2023 por David Rubio Sánchez
LEER AUTOPUBLICADOS ¿Y POR QUÉ NO?

Nos gusta leer, entre otras cosas, y una duda que ronda es ¿Cómo encontramos esa buena historia en la cual sumergirnos? Es innegable que las editoriales tienen catálogos inmensos repletos de títulos, pero ¿es la selección que ellas hacen la única vía para descubrir lecturas? Afortunadamente muchos autores se cansan de esperar una respuesta de algún editor y deciden tomar el camino de la autoedición, una forma arriesgada pero valiente de hacerse leer, poder expresarse e intentar vivir del oficio de escritor.  
Los libros tienen la misión de comunicar ideas, presentes pasadas y futuras más allá de informar o entretener (al estilo hilo musical del ascensor). Deberían ser capaces de abrir la mente del lector hacia otras perspectivas. Pero esto implica que el autor deba ser una especie de maestro, ¿acaso el autor no es un ser humano como cualquier otro? Los libros llevan la carga cultural de ser el medio de difusión del conocimiento por excelencia. Luego llegó internet y cambió todo en cuanto al acceso a la información y evidenció la variedad de perspectivas para abordar un mismo problema, hasta que se vio el negocio. Con las marcas, las fórmulas de éxito se vuelve un poco la uniformidad de criterios y temas.


LEER AUTOPUBLICADOS ¿Y POR QUÉ NO?
Volviendo a los libros, los que no son de formación caen un cajón grande, muy grande, que llamamos literatura. Una especie de cajón de la abuela en donde se guarda todo lo que se expresa dentro de un lenguaje; un cajón lleno con el "murmullo de todo lo que se pronuncia" como lo expresa Foucault, para hablar sobre el lenguaje que está en constante movimiento, transformándose en cada roce, con cada interpretación que se le da. Sin embargo, un libro congela ese fragmento de murmullo, ese retazo de pensamiento que un humano tuvo sobre algo y lo plasmó en un formato para que otros humanos pudieran acceder a él sin importar la distancia y el tiempo, lo dejó escrito sobre papel o en un archivo en una nube. Pero así como el lenguaje (en lo amplio del término) no se puede simplificar solo  en el lenguaje escrito, no todo lo escrito es literatura, aunque, por asuntos prácticos, lo coloquemos dentro del cajón de la mesita de la abuela. Aquí no se intenta precisar qué se considera literatura en el sentido exacto, eso se lo dejamos a los expertos y estudiosos como Foucault. El caso que nos ocupa son los libros escritos, en cualquier formato y cómo llegan hasta sus lectores.
LEER AUTOPUBLICADOS ¿Y POR QUÉ NO?
Los que escriben para expresarse y lo plasman son artistas, personas normales con sensibilidad y dotes de observación un tanto más afinadas. Así como un músico se comunica con sonidos para expresar su pensamiento y emociones, un escritor organiza el lenguaje para expresarse. La parte complicada de un escritor es que juega con un elemento que todos creemos entender. Entonces ¿todo escritor es artista?, pues no, como tampoco todo músico lo es, o todo bailarín o dibujante.
Además de conocer las técnicas del oficio, un artista tiene una propuesta que lo impulsa, una interpretación que hacer y que a la vez busca desesperadamente ser interpretada. Un artista propone dejar todo como está o deformarlo. Experimenta y crece en su propuesta, cambia y se transforma con el movimiento propio de la vida. Así que "a cada tiempo su arte, a cada arte su libertad", como ya expresó Gustav Klimt. Y aquí entran aquellos autores que no se ajustan al canon de la época, cuyos libros aún no encajan en la fórmula de éxito y se deciden buscar un camino para hacerse leer.
Pero eso de la libertad suena muy bien, hasta que llega el momento de sobrevivir en este mundo de intercambios de bienes y servicios. El arte, la vida, es un negocio como todo y el mundo de los libros no son tema aparte. Además que el formato mismo que ha imperado durante siglos tiene costes de producción, distribución, marketing y un largo etc, que la tecnología ha reducido claro está. 
Aquel cajón de la abuela no es otra cosa que el mundo editorial, caótico en nuestra mente, pero perfectamente organizado y etiquetado por la industria editorial: ficción, romántica, fantasía, novela negra... Libros diseccionados hasta dar con las estructuras más fundamentales y escuetas a partir de las cuales repetir la fórmula ganadora:la que hará que el lector compre el siguiente libro.
LEER AUTOPUBLICADOS ¿Y POR QUÉ NO?
Cuando se trata de autores nuevos las editoriales suelen dar la seguridad de que estás leyendo un elegido dentro de aquel inmenso cajón de la mesita. Un libro que pasó por un severo proceso de selección, por correcciones y ajustes que garantizan que no perderás el tiempo en una lectura que te resulte irrelevante. Que se ajuste a tus gustos y no incomode. Además de que ya forma parte de un catálogo y no es un libro solitario. Da la idea de que todo aquel que se atreva a autoeditar es por impulso o moda, sin cuidado alguno por el oficio, tanto por el aspecto artístico (la calidad de la obra) y sobre todo en su aspecto técnico (maquetación, etc.). Lo que resulta ser todo un mito urbano la verdad, en los libros autopublicados también se encuentra calidad en todos los sentidos, tanto artística como técnica. Los habrá con todo tipo de presupuestos para cuidar los detalles y salir al a luz lo más pulido posible.Las editoriales no son infalibles ni siquiera en lo técnico Recuerdo la separata con las erratas en algunos libros de editoriales hoy famosas. 
El punto es que el arte no siempre entiende del mercado y los negocios, no siempre es cómoda y bonita. Deben estar bien hechos, sí, deben tener contenido y sobre todo propuesta, allí dará un poco igual quién haya editado. Otra cosa será la distribución y venta (que muchas editoriales tampoco garantizan). 
LEER AUTOPUBLICADOS ¿Y POR QUÉ NO?
De un lado y otro del mercado, hay mucha literatura y mucha fórmula. Incluso dentro de los autopublicados hay mucho contenido con fórmulas de éxito. Es innegable que el cajón de la abuela no es plano y horizontal, sino que tiene entresijos, algoritmos y mecanismos que favorecen a unos y esconden a otros. En los libros autopublicados también se pueden encontrar grandes escritores con propuestas de una nueva literatura que tal vez podría ser ejemplo de futuras generaciones, o noComo lectores la pregunta sería: ¿seremos capaces de valorar por nosotros mismos, de rebuscar y salir de lo que solo está en la vitrina?   

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