Leo y leo y me dan ganas de leer más. Tengo una listota de temas, autores y libros por leer, como cuando era jovencita. Ahora es mejor porque ya no hay presión por ningún "deber ser" en ese sentido; aunque cuando era jovencita estaba la gran cosa de que podía dedicarme a leer -o a lo que fuera- todo lo que quisiera y si quería cuatrocientos libros, bastaba decirle a mi mamá.
También quiero escribir. Solo estoy escribiendo los artículos para Psicogrupo y me hace falta recuperar proyectos abandonados. Necesito inventarme tiempo para eso o me voy a congestionar. O a adormilar, que es el mayor riesgo con el cansancio que traigo a cuestas. Si no escribo pronto lo que me interesa, me las arreglaré para neutralizar la necesidad de hacerlo, adormeciéndola, adormeciéndome.
Silvia Parque