-Gerson Parker se acercó al borde del andén y arrojó un esputo de esos que hacen historia. Perplejo quedaría cuando el Cercanías de las 14:51 descarrilara al contacto de tan poderosa substancia. Supo entonces que la genética, Dios o esos cigarrillos negros le habían otorgado un tremebundo superpoder…
Centró de nuevo su atención en el cartel de “Próximo tren”. Un número siete seguía advirtiendo que ese día llegaría tarde a comer.
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