Lo primero que me dijeron mis amigos según volví de mi experiencia Erasmus fue a ver si a los estudiantes extranjeros nos daban viajes gratis por Europa. Lo cierto es que no he parado de viajar durante todo el curso. No necesariamente porque los viajes sean más baratos, sino porque (al menos yo) tenía menos horas lectivas, lo que permitía hacer mis viajes más flexibles y amoldarme a las ofertas Ryanair .Otro factor importante es tener amigos en otros países y saber que allí tendrás una cama (o un suelo) y un buen guía del lugar. A continuación os contaré uno de mis viajes.
Lovaina. Mi primera reacción cuando escuché a mi amigo decir que pasaría el año allí fue pensar que podría ir a visitarle en el tranvía de Vitoria. Fuera bromas me puse a investigar y descubrí que Leuven (como a ellos le gusta llamarlo) es una preciosa ciudad de estudiantes en el centro de Bélgica. Sin creérmelo, unos meses después me dirigía al aeropuerto de Charleroi para llegar a Leuven.
La ciudad es preciosa. Una de las cosas que más me sorprendió fue la cantidad de edificios pertenecientes a la Universidad KU Leuven. Al mirar el mapa, parecía que la universidad se hubiese comido a la ciudad. Además, su céntrica ubicación te permite desplazarte en tren a Brujas, Gant o la capital Bruselas. Fueron unos días que no paramos de viajar, descubrir cosas nuevas, conocer diferentes estudiantes y pasear por las acogedoras calles de Bélgica. El viaje se me hizo corto, espero poder volver pronto.
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