Continuación de Leyendas Urbanas I .
La chica de la curva
Esta historia pertenece al folclore español, ya que en muchas de nuestras carreteras secundarias con curvas se dice haber visto una chica vagando por ellas, yo la voy a ambientar en una carretera que tengo cerca de mi casa, ya que hay muchas habladurías de que allí hay la chica de la curva. Una carretera con muchas curvas y muy estrecha en la que ha habido muchos accidentes, esta carretera esta en la provincia de Barcelona va desde la Roca del Vallés pasa por Dos Rius, Argentona y termina por la salida a la autopista en dirección a Mataró.
La leyenda cuenta que un día un chico iba por la carretera en dirección a Argentona, volvía de una fiesta con sus amigos y estaba un poco borracho, eran las dos de la madrugada. Cuando llevaba un rato circulando, en una recta donde hay una gasolinera abandonada, vio una chica vestida de blanco andando por el medio de la misma, parecía desorientada, se paro y se ofreció a llevarla a su casa, la chica sin mediar palabra subió al coche. El chico intentó hablar con ella, saber de donde venia, que le había pasado, pero ella no contestaba, así que siguieron todo el camino sin decirse nada, pero al llegar a la altura de una de las peores curvas que hay en esta carretera la chica habló y dijo "ten cuidado, en esa curva me maté yo", el chico miro a su lado pero no había nadie, se quedo tan perplejo y asustado que perdió el control del coche, se despeño por el precipicio donde se había matado la chica.
Según las leyendas hay dos versiones, una es la de la chica que se venga de los conductores imprudentes y la otra es la que ayuda a los conductores a no correr su misma suerte.
El asesino del asiento de atrás
La mujer arguyo que tenia prisa y que no sabia nada del origen de aquel billete, etcétera El empleado le abrió la puerta del coche y la convenció de que saliera, llegando incluso a agarrarla del brazo, La mujer, insistiendo en que no sabia nada de aquel asunto, permitió que la llevara hasta el pequeño edificio de la gasolinera.
Allí el empleado marcó el numero de la policía y, volviendo su cara pálida le dijo "Señora, a su dinero no le pasa nada. Pero hay un tipo con cara de loco en el asiento de atrás de su coche, ¡empuñando un hacha!".
Esta leyenda urbana es una historia que avisa a las mujeres de lo importante que es que echen el seguro de las puertas y cierren bien las ventanillas de sus coches.
El loco del garfio
A la mañana siguiente la policía encontró el coche con el chico colgado del árbol y la chica en el suelo con un garfio clavado en el pecho.
Esta leyenda avisa de los peligros que hay cuando las parejas van solas al bosque para meterse mano, aunque creo que todos lo hemos hecho. Ten cuidado con el loco del garfio!
La muerte de la compañera de cuarto
Así que se fueron a la fiesta y se pusieron a beber y a bailar, entonces una de las chicas se puso mala y decidió volverse a la residencia. Pero para ir desde donde se celebraba la fiesta hasta la residencia había que atravesar un bosque y circulaba el rumor de que se acababa de escapar un loco de un manicomio y le daba un poco de miedo ir sola, pero se encontraba mal y no quería que su compañera de cuarto se perdiera la fiesta.
Así que le dijo que se marchaba y se fue sola.
La fiesta terminó, y la otra compañera de cuarto volvió a la residencia, al subir por las escaleras oyó un ruido muy extraño que provenía de su cuarto, así que acelero el paso y entro. La habitación estaba muy oscura, pero pudo ver como su compañera estaba forcejeando con un hombre en su cama, pensó que finalmente se había encontrado mejor y se había llevado a aquel chico tan guapo a terminar la fiesta en la habitación. La compañera se puso los auriculares y no encendió la luz para no molestar y se durmió.
A la mañana siguiente se levanto sobresaltada ya que se habían dormido, y fue a despertar a su compañera, pero al tocarla vio que estaba húmeda se miro las manos y estaban llenas de sangre y su compañera tendida en la cama degollada. Se fue corriendo a vomitar al cuarto de baño, pero lo que allí encontró fue mucho peor, una nota escrita en el espejo que decía "Te alegras ahora de no haber encendido la luz".
Nunca cruces un parque oscuro y solitario de noche, a no ser que quieras encontrarte con un loco asesino.
Continuara...
Leyendas Urbanas III