¿Cómo estáis? Espero que enfrascados con un buen libro o preparando nuevos poemas y relatos para hacernos disfrutar al resto con ellos.
Hoy vengo con algo diferente, y os pido disculpas de antemano, porque estoy muy desentrenada con esto de las sinopsis de los libros y quizá ésta no sea la mejor manera de hacer una, así que estoy abierta a vuestros consejos al respecto para mejorar en las próximas que haga.
Y dicho esto, nos metemos de lleno con el título en cuestión...
A finales de los años veinte del siglo pasado, Estrella y su hermana gemela, Alma, llevan una vida privilegiada como hijas de los marqueses de Zuloaga, propietarios de una casa solariega y una mina de hierro en un pequeño pueblo suspendido sobre el Cantábrico. Crecen rodeadas de fiestas y lujos, pero también marcadas por un poderoso misterio.
Porque Estrella y Alma no son como las otras niñas: herederas de un extraño don que pasa de generación en generación entre las mujeres de su familia, viven a la sombra de una maldición según la cual una de las dos morirá antes de cumplir los quince años.
Así arranca esta historia llena de magia y pasión, que nos lleva por medio mundo tras los pasos de su protagonista, una mujer inolvidable que no dudará en hacer todo lo necesario, sin miedo al peligro ni a las convenciones sociales, por defender su tierra y el legado que lleva escrito en la sangre.
➽FICHA DEL LIBRO:
- TÍTULO: El bosque sabe tu nombre.
- AUTORA: Alaitz Leceaga.
- EDITORIAL: Ediciones B.
- ENCUADERNACIÓN: TAPA DURA.
- NÚMERO DE PÁGINAS: 632.
- ISBN: 9788466662925
No sé vosotros, pero yo es muy raro que me decida a comprar un libro tan sólo por leer la sinopsis. Es más, si la portada de esta novela de Alaitz Leceaga no me hubiera atraído desde el primer momento como lo hizo, estoy convencida de que este libro no estaría en mis manos.
Sé que, por otra parte, el sentido común desaconseja juzgar a un libro por su portada, pero es algo que yo no puedo evitar. Si la portada me cautiva lo compro fijo. Y por ahora, ese instinto rara vez me ha fallado. Así que me doy por satisfecha. Y la verdad es que, en este caso al menos, para mí el propio título y la imagen de la portada dicen más del contenido real de la novela que la sinopsis oficial en sí.
Sea como sea, esta primera novela de Alaitz Leceaga va mucho más allá de lo que se nos presenta en el resumen trasero. Es verdad que me costó centrarme en la historia, y eso que ya de por sí el arranque de las primeras líneas es de lo más atractivo (os las dejo bajo este párrafo para que comprendáis a qué me refiero). Supongo, de todos modos, que mi cabeza estaba demasiado ocupada con otras cosas, ajenas a este mundo 2.0 y todo lo relativo a la literatura. Eso sí, ahora que ya llevo algo más de trescientas hojas, sé que me queda mucha novela por delante y muchos giros, y sobre todo muchos buenos ratos de lectura, por lo que creo que es un libro al que dar una oportunidad, más allá de esa primera sensación.
La primera vez que sentí el fuego tenía once años. Fue la misma tarde en que la abuela Soledad saltó por el acantilado que había detrás de nuestra casa.
Un comienzo muy prometedor el que se nos despliega en esas primeras líneas, ¿no os parece?
A medida que me he ido sumergiendo en la lectura, me venía a la cabeza otro libro que he leído recientemente: "La casa de los amores imposibles" de Cristina López Barrio. Un libro maravilloso que ha pasado a formar parte de mis favoritos. Y menciono este hecho, porque en esta novela hay mucho de realismo mágico, como lo hay también en el de Cristina. Algo que, yo particularmente adoro. Y me parece que no queda suficientemente claro en la sinopsis de la portada trasera. Además se infiere al leerla que, las protagonistas son dos hermanas, pero esto no es del todo cierto. No me atrevo a matizar mucho más sobre ello, por no destriparos la trama.
Algo que me gusta de esta novela también es el contexto tanto espacial como histórico. Respecto al primero, porque buena parte de la trama tiene lugar en el País Vasco, y yo soy de Bilbao, como la propia autora, pero hasta ahí los paralelismos entre nosotras, claro. No obstante, eso hace que sienta cierta conexión especial e inevitable con algunos de los enclaves que se mencionan. De hecho el nombre de mi ciudad aparece no pocas veces. Respecto al segundo contexto, el histórico, me parece interesante, porque nos habla de una época un tanto oscura de la historia de nuestro país: los años 20 y la posguerra entre otros, aunque estoy comprobando que se habla de ellos de pasada, y yo hubiese preferido un análisis más profundo, pero bueno para gustos los colores... Eso sí, me parece que sí queda suficientemente perfilado el papel de la mujer en esa época, donde se la consideraba poco menos que un adorno floral sin voz ni voto, incluso para tomar decisiones sobre su propia vida. Y he de destacar que me gusta que Alaitz haya optado por reflejarlo en su novela de forma tan clara.
En cuanto a otros aspectos, estos ya de ámbito ortotipográfico, y no tan positivo, he de indicar que: me ha chocado descubrir en varias ocasiones el uso de minúsculas después de un punto. En cualquier caso, esto puede parecer una nimiedad, pero a mí me llama poderosamente la atención en una novela publicada por una editorial de tanto peso como Ediciones B.
Eso sí, que esto no os desanime para leerla. La historia de los Zuloaga engancha. Es verdad que yo echo en falta quizá, que se ahonde más en el pasado de algunos de los personajes como la madre, o de Carmen, la niñera, y sobre todo de la abuela Soledad; pero os garantizo que eso no desluce en nada la trama. Es más, espero ansiosa una segunda o tercera parte donde se nos cuente más sobre esas mujeres (eso sí, insisto en que aún estoy en proceso de lectura, y puede que en lo que me resta por leer se desvelen más secretos sobre esos personajes, y ni siquiera sé si el final dará pie a otras secuelas).
Y bueno, no quiero ni puedo revelaros más. Me limitaré a animaros a que lo leáis, y que me dejéis un comentario cuando lo hagáis. Me encantaría conocer vuestra opinión. Tengo previsto, cuando lo acabe, hacer una reseña completa (aunque tengo verdadero pánico), por si no sé cómo llevarla a buen puerto.
Nos leemos. Un besazo.
Hace años, cuando escribía, casi con la misma rapidez con que llegaba el aire a mis pulmones, te invitaba a que paseases también por las letras de este sitio. Pero, por un tiempo, las letras me abandonaron y me refugié en el scrap, la bisutería y el mix media. Producto de esa etapa nació: Afortunadamente, las letras han regresado a mi vida y no pienso renunciar a ellas.Te lo contó Rebeca.
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