Desde aquella tierra de sol y agaves hasta los bares de Montreal has venido conmigo. En la ranchera, el dolor diáfano del blues, el travieso ritmo del klezmer. De mi soledad fuiste el mapa sin confines, la luz detrás de mis párpados cuando conocí mi voz de sal y canela. Sabes que pasada esta Noche Vieja nunca podré cantar las canciones de Jara. Generosa, has aplazado el final. Mi voz, sin embargo, aquí se queda.
Lhasa de sela
Publicado el 20 mayo 2019 por FdhDesde aquella tierra de sol y agaves hasta los bares de Montreal has venido conmigo. En la ranchera, el dolor diáfano del blues, el travieso ritmo del klezmer. De mi soledad fuiste el mapa sin confines, la luz detrás de mis párpados cuando conocí mi voz de sal y canela. Sabes que pasada esta Noche Vieja nunca podré cantar las canciones de Jara. Generosa, has aplazado el final. Mi voz, sin embargo, aquí se queda.