Segundo libro de la trilogía "Isla Tres Hermanas". Este libro se centra en Ripley, quien representa a la hermana Tierra.
Ripley es un personaje comprensible, pero poco querible y bastante irritante. No es fácil entender por qué inspira tanto amor.
La narración sigue más o menos el lineamiento de la primera entrega, con algunas escenas un poco repetitivas. Sólo se agrega un personaje nuevo a los anteriores.
Como en el libro anterior, la resolución dura bastante poco con respecto a la longitud del libro, y es un poco confusa.
En resumen, el libro me gustó un poco menos que el anterior, pero todavía sigo con ganas de saber el final de la historia.
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