y el tiempo no da perspectiva necesaria
para nada,
a veces pasa
y te tocas la frente
y ha desaparecido.
En el lento hablar
denuncias tu lengua atragantada
y con la fender colgada al cuello
dices
¡ha desaparecido!
Igual que el jersey
que huele a lavandas sin polillas
al fondo del cajón.
Por si algún día
-nunca llegará-
se necesita otra vez.
¡Has desaparecido!
Y no te confundas,
he venido aquí
a hablar
de los acordes en Lam.
Son los que
a veces
hacen llorar.