El genealogista no es un historiador que pueda decidir libremente dónde concentrar su investigación. La historia familiar, en cada nueva ascendencia que vamos conociendo, puede conducirnos literalmente a cualquier punto del Planeta. Ésta es muchas veces la complejidad y la vez el atractivo de la Genealogía. Nuestras raíces se van expandiendo y lo que comenzó en un pequeño archivo local o en la parroquia donde fueron bautizados nuestros padres acaba dirigiéndonos a lugares insospechados.
Incluso en aquellas zonas que se han mantenido durante siglos aisladas poblacionalmente por diversos motivos siempre encontraremos, por ejemplo, la inevitable relación con el Estado en cuestiones fiscales, levas para los ejércitos o trámites diversos, cuya documentación se conserva muchas veces en archivos distantes.
Por todo ello, las listas genealógicas de correo electrónico han supuesto un avance espectacular en la transmisión del conocimiento, que no tiene en cuenta ya la distancia kilométrica que nos pueda separar del lugar investigado. La comunicación altruista entre investigadores permite compartir experiencias, recursos, fuentes, técnicas… y por tanto el genealogista actual no puede ni debe ser ajeno a estas listas, donde se informa de las novedades, constantes, que se producen en todos los ámbitos relacionados con la disciplina.
Su funcionamiento es muy sencillo, normalmente cumplimentando un formulario se obtiene acceso inmediato al grupo. Desde ese momento, los correos que se generen en la lista serán enviados a nuestra cuenta particular y nosotros podremos participar en ella con tan solo enviar los mensajes a una dirección de correo habilitada al efecto. Cada mensaje enviado será leído por todos los participantes, que podrán responder también en abierto al resto del grupo o en privado (es importante este matiz ya que muchas veces una confusión puede resultar embarazosa).
Las participaciones deben atenerse a la temática genealógica, considerada en un sentido amplio, desde formular consultas concretas sobre antepasados, propios o no, a solicitar ayuda sobre cuestiones generales acerca de archivos, fuentes, terminología, interpretación de documentos, etc. Hay que evitar el envío de mensajes fuera de temática (off-topic), considerados spam y que suelen generar las quejas de los usuarios.
Las listas cuentan con la figura del moderador, una o varias personas cuya misión básica es la de velar por el correcto funcionamiento de la lista, atendiendo a los problemas técnicos de suscripción e interviniendo puntualmente cuando se producen discusiones que desbordan el mero intercambio de opiniones. Las listas de correo deben ofrecer libre acceso y libre envío de mensajes (sin censura previa). El moderador debe ser imparcial y realizar un uso comedido de los recursos que tiene atribuidos para filtrar mensajes o, en casos muy extremos, expulsar a quienes no respeten las normas de etiqueta comúnmente admitidas (ver Anexo).
Dicho esto, una vez hayamos ingresado en una lista mi recomendación, sin duda, es esta: participa, participa y participa, tanto consultando como ayudando a los demás. Un novato comenzará tan solo formulando preguntas, sintiéndose inseguro para responder a otros miembros de la lista pero en cualquier momento puede que tenga a su alcance proporcionar algún dato de interés o incluso dar a conocer sus propias informaciones por si pudieran ser de ayuda. Desde remitir un correo que hayamos recibido de otra lista y que sea de interés en un debate hasta comunicar novedades, no es preciso ser un experto genealogista ni contribuir con eruditos mensajes. Y por otra parte, hay que preguntar, consultar y solicitar ayuda para sacar el máximo partido a este medio. Con un simple correo podremos contactar con personas que tengan la clave para el problema que nos parecía insoluble o recibir la ayuda exacta que precisamos para continuar, ¿qué perdemos por intentarlo?
Llama la atención pero en estos grupos, como en tantos otros ámbitos sociales, se constata la ley de Pareto, es decir, muy pocos usuarios suelen generar la gran mayoría de las participaciones, creo que se sobrepasa la relación habitual 80/20 ya que quizás un 10% de los usuarios es probable que generen el 90% del tráfico). Muchas personas suelen permanecer durante años como miembros pasivos, recibiendo los mensajes pero sin participar jamás. Es cierto que ya de por sí el seguimiento de estos correos constituye una interesante fuente de información pero ¿por qué no aprovechar la gran oportunidad que supone poder solicitar ayuda o consejo?
El ambiente en las listas suele ser muy cooperativo, a veces con el soporte habitual de los moderadores o de usuarios veteranos que regularmente dan respuesta a todas las intervenciones. En ocasiones, cualquier consulta por nimia o particular que pueda ser da lugar a interesantes debates, mientras que en otros casos no son atendidas. No desesperemos en este último supuesto, los mensajes quedarán archivados y quizás más adelante encontremos la respuesta.
Consulta la relación de listas genealógicas en España solicita el alta en aquellas que tengan más relación con tus búsquedas y… ¡participa!
© Antonio Alfaro de Prado
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Anexo: Ejemplo de normas genealógicas de netiqueta. Lista GenExtremadura
Queremos comentarte algunas de las normas que aplicamos en este foro de debate, aunque cabe añadir que la mayoría se resumen en el “uso del sentido común”:
- No debes publicar avisos que NO estén relacionados con los objetivos del foro. Este tipo de mensajes son conocidos como “Off-Topic” y lo único que hacen es enturbiar el buen clima de discusión del foro.
- Una lista de discusión no es una herramienta promocional, por lo tanto, no debes enviar información publicitaria.
- Hay que tener cuidado con el humor, el sarcasmo y cualquier tipo de lenguaje que pueda ofender a otros miembros de la lista.
- Además del contenido del mensaje, hay que cuidar la ortografía. Ésta dice mucho de la persona que escribe. Te recomendamos que revises la redacción y la ortografía de tu respuesta antes de enviarla.
- Generalmente, los mensajes que son claros y específicos reciben respuestas inmediatamente, o en los fines de semana, cuando mucha gente aprovecha para leer el foro de discusión.
- Si utilizas ideas, comentarios o cualquier material que no sea tuyo, debes indicar su fuente y su procedencia.
- Cuidado con el empleo de mayúsculas. En internet, ESCRIBIR EN MAYÚSCULAS significa gritar y debe usarse con mucha precaución.
- Para representar emociones se utilizan los conocidos “Emoticonos”. Algunos de los más comunes son:
:-0 es una cara de sorpresa, etc.
- Cuando inicies un nuevo tema de conversación, pon un título apropiado al mensaje, que resuma el objetivo de tu pregunta.
Por ejemplo, supongamos que deseas discutir la solución de un “problema de investigación en un archivo” y deseas opiniones sobre una posible alternativa.
No escribas por título “¿Qué opinan???” o “A quien pueda ayudarme”.
Sería mejor escribir, por ejemplo, “Solución alternativa al problema del Archivo Histórico” u “Otra solución al problema del Archivo Histórico”.
NOTA: considera que NO todos conocen el problema del “Archivo Histórico”, así que, si eres tú quien inicia la discusión, no vendrá nada mal que describas un poco el problema. De este modo, personas ajenas al grupo podrán integrarse y entender tu pregunta.
- Los foros de debate son públicos; por lo tanto, hay que evitar discusiones que sólo atañan a dos personas. Si tu respuesta es personal, por favor envía tu mensaje al correo electrónico del individuo en cuestión.
- Es una costumbre de cortesía en foros de discusión como éste agradecer personalmente –en privado– o de forma pública en el foro –en caso de que se hayan recibido muchas respuestas– a las personas que respondan a tu pregunta.