Literatura: 'En la isla', de Tracey Garvis Graves

Publicado el 17 noviembre 2013 por Cristina @miss_xerinola
Domingo pasado por agua y os traigo un libro de dos náufragos en una isla desierta. Como esta semana no he podido realizar la reseña de rigor entre semana, hoy le pongo el doble de sentimiento, pero es que además, ha sido una novela más que emotiva y lacrimosa.De nuevo, muchas gracias a Salamandra por el envío del ejemplar. 
Como siempre, una ficha técnica:Libro: En la isla (On the island, 2011)Autor: Tracey Garvis GravesEditorial: SalamandraGénero: drama, romance adultoAño de publicación: julio 2013Páginas: 318Edición: tapa blanda con solapasWeb: Tracey Garvis GravesValoración: 9/10
¿De qué trata?A sus treinta años, Anna Emerson siente que su vida se ha estancado. Harta de los largos inviernos de Chicago y de una relación de pareja que no parece tener futuro, Anna acepta sin pestañear la oferta de una acaudalada familia de pasar el verano en las Maldivas como tutora de su hijo T. J. Éste, por el contrario, no está precisamente entusiasmado con el plan. Aún no ha cumplido los diecisiete, acaba de superar un cáncer con pronóstico incierto y lo único que desea es recuperar su vida y volver a ser el de antes. Tras un largo viaje plagado de contratiempos, el destino coloca a Anna y T. J. en una avioneta rumbo al paraíso, pero, mientras vuelan sobre las aguas azul turquesa del océano Índico, el aparato se estrella en un mar infestado de tiburones. Anna y T. J. sobreviven milagrosamente y son arrastrados por la corriente hasta una isla deshabitada. Los días se convierten en semanas, las semanasen meses, y sus esperanzas de rescate se van disipando. Así, con apenas alimentos y a merced de un clima despiadado, Anna y T. J. aprenden a subsistir en un entorno tan bello como peligroso, pero el mayor desafío para Anna será el de convivir con un chico que rápidamente se está transformando en un hombre.
En la isla es otra de mis joyas literarias de este 2013 que han caído en mis manos y me he dedicado a acunar y atesorar cada palabra desde el primer capítulo. Para entrar en materia, os digo que es una novela intensa y cautivadora que me ha hecho rememorar un clásico terrorífico de mi infancia, El lago azul (1980), que aunque nos brindaba una bonita historia de amor, a mí me provocaba incluso pesadillas repletas de cadáveres y cucarachas como inhóspitas invitadas.
En la isla es dramático a más no poder, asistimos a una novela sobre el amor, pero no de un romance cualquiera, sino de uno desgraciado e imposible que debe vencer las adversidades, las catástrofes naturales, el destino cruel; es un amor de supervivencia y coraje, tal y como reza en el libro, de dos personas que naufragan y deben sobrevivir, pero que poco a poco se conceden el capricho de enamorarse para poder sobrellevar la soledad y la impotencia. Desde luego, creo que para definiros bien esta novela, debería vomitar aquí mil adjetivos llenos de dramatismo para demostraros el sufrimiento que me supuso leer a Anna y T.J.
-¿Qué crees que nos pasará, Anna?- su voz sonaba soñolienta.
-No lo sé. Supongo que seguiremos como hasta ahora, tratando de resistir hasta que alguien nos encuentre.
-No nos va tan mal- comentó él, poniéndose boca abajo-. Apuesto que más de uno se sorprendería de saber que seguimos con vida.
-Yo misma me sorprendo-. El estómago lleno empezaba a darme sueño-. Tampoco hemos tenido alternativa, T.J. O averiguábamos cómo sobrevivir o nos moríamos.
Él levantó la cabeza de la manta y me miró con gesto pensativo.
-¿Crees que nos habrán hecho funeral?
-Problablemente.

La novela se divide en dos partes, la primera ocurre en la propia isla y los personajes tratan de sobrevivir, mientras que en la segunda, sabemos más de este romance tan tumultuoso. No sabría deciros con qué parte he llorado más, así confesándome, pues se me ha encogido el corazón hasta dolerme en ciertos pasajes y he tenido que parar. Con el inicio de la novela sufrimos de verdad, Garvis Graves crea una atmósfera tan palpable y tan terrorífica, es tan fácil sentir el hambre y el sopor que pasan gracias a las exhaustivas descripciones e incluso documentación sobre virus intestinales o picaduras de insecto, que con cerrar los ojos te conviertes en otro naufrago más. Te das cuenta que vivir en una isla no es el paraíso, no es solo nadar con delfines y comer cocos, sino simplemente sobrevivir con la naturaleza. Escalofriante. 
La segunda parte, el nudo central, encontramos que Anna y T.J. se plantean si su amor es posible, ante todo por la diferencia de edad, y qué repercusión puede tener en sus vidas, en sus familias y en su futuro. La novela, desde el principio narrada desde las voces de Anna y T.J., cobra gran importancia aquí, pues nos muestra la dificultad de su amor y la tensión que causa que una mujer, ya adulta, haya sucumbido a los encantos de un adolescente. La voz de Anna, madura y femenina, pero llena de experiencia, nos lleva al pragmatismo -en la primera parte, raciona la comida, el jabón, la ropa, por ejemplo-, mientras que T.J., más joven e impulsivo, nos hace soñar y lanzarnos a la piscina de cabeza. Esta segunda parte se vuelve increíble gracias a estos dos puntos de vista tan dispares, que hacen que veamos todos los recovecos de una relación que crece y florece. Os podría decir tranquilamente que, aun siendo un amor doloroso, me ha parecido una de las relaciones más bonitas, férreas y sinceras que he leído en mucho tiempo, gracias a esta evolución.  
Cumplió treinta y tres años en mayo y, por primera vez desde que estábamos en la isla, lo celebramos.
-La verdad es que no te he comprado nada. Hace mucho tiempo me dijiste que las tiendas de la isla eran un asco- me excusé.
Anna sonrió.
-Digamos que no están muy bien surtidas.
-Ajá. Así que habrá que usar la imaginación. Si estuviéramos en Chicago, te llevaría a cenar y luego te haría varios regalos. Pero, puesto que no estamos en Chicago, me limitaré a contarte todas las cosas increíbles que te he comprado, ¿vale?
-No deberías haberte molestado- bromeó.
-Te mereces eso y más. Veamos, tu primer regalo es un lote de libros. Todos los superventas del momento.
Anna suspiró.
-Echo de menos leer.

No sabría deciros qué me ha conmovido más de En la isla. Las reminiscencias a El lago azul, las dos melodiosas voces que se entrelazan para amarse, la exhaustiva sensibilidad de la autora para llenarnos de tristeza o, simplemente, una auténtica historia de amor y supervivencia. ¿Aún no lo habéis leído? Hacedlo