de Javier Ruescas
Trilogía PLAY
1.- PLAY
2.- SHOW
3.- LIVE
EN DIRECTO, LA MÚSICA Y EL AMOR SE VIVEN MÁS INTENSAMENTE... Tras su aventura americana, los hermanos Serafin retoman sus carreras artísticas en España: Aarón es un músico de éxito asediado por fans y paparazzi mientras que Leo intenta con poca fortuna triunfar como actor. Al final, parece que la vida lejos de Develstar no resulta tan fácil como esperaban... Su salvavidas será Ícaro: su amigo americano les propone un viaje por Europa sin preguntas y con los gastos pagados. Ellos solo deben preocuparse de encontrar acompañante... y de pensar a lo grande. Empieza así un roadtrip lleno de música improvisada y conversaciones acompasadas en el que secretos y confesiones lograrán sellar amistades y despertar nuevos y viejos amores. Al fin y al cabo, lo importante de la vida es vivirla con intensidad.
Es difícil decirle adiós a una trilogía que te ha proporcionado tan buenos ratos, pero tarde o temprano llega el momento. Dure mucho o poco, el viaje siempre termina. En LIVE hay un viaje, pero no es solo físico, sino también emocional: la novela es una auténtica montaña rusa de emociones y sentimientos de todo tipo. O, lo que es lo mismo, una manera estupenda de dar por concluida la saga.
No sabía muy bien qué esperar de la trama, la verdad. SHOW tenía un final más bien cerrado, pero claro, esta trilogía se caracteriza entre otras cosas porque sus tramas principales resultan más o menos independientes, aunque la historia obviamente continúe de un libro a otro. Además, ahora las cosas han cambiado. Aarón y Leo ya se han librado de Develstar, pero eso no significa que sean libres: como ya han aprendido en libros anteriores, la fama es peligrosa. La verdad es que me ha gustado por dónde nos ha llevado Ruescas en esta ocasión. Yo pensaba que los villanos principales volverían a hacer aparición, pero no ha sido así (al menos, no como yo esperaba). Y eso me ha gustado: el autor se ha ido por el camino contrario al que hubiera sido habitual.
Otra cosa que me ha gustado ha sido el desarrollo de los personajes. Aarón sigue cometiendo errores, quizás incluso más que en el principio, pero sigue aprendiendo de ellos (más o menos) y evolucionando poco a poco. Leo, personaje que al principio me resultaba odioso, ha conseguido abrirse poco a poco un hueco en mi corazoncito... aunque eso no quita que siga siendo gilipollas. Zoe, en cambio, no ha conseguido maravillarme tanto como en el libro anterior, al igual que otro personaje femenino que no mencionaré para no arruinaros la sorpresa. Quien sí me ha encandilado ha sido Ícaro, un personaje sencillamente brillante.
Por supuesto, en esta ocasión también aparecen personajes nuevos, aunque muy poquitos en comparación con la anterior entrega. Y como no podría ser de otra manera, tengo que mencionar obligatoriamente a Selena, cuyas verdaderas intenciones no quedaban muy claras al principio y poco a poco se acaba descubriendo como un personaje de lo más interesante.
El estilo del autor es otra cosa que ha ido mejorando poco a poco, y muy atrás queda ya aquel Encantamiento de luna. Javier Ruescas demuestra que la práctica hace al maestro y, aunque la novela tenga algunos puntos más flojos, la mejora es innegable.
Pero no todo es bueno, pues hay dos cosas que me han molestado de la novela. La primera es cierta sorpresa algo desagradable del final... que para mí no fue tal sorpresa, porque me la esperaba desde que llevaba unas cien páginas de la historia. Confieso que haberlo averiguado me ha chafado un poco la lectura, aunque reconozco también que el autor ha sabido resolver esa trama de una manera maravillosa y que me ha emocionado y hecho soltar algunas lágrimas.
Lo segundo que no me ha gustado ha sido el exceso de referencias culturales. En los libros anteriores me hacían gracia, pero en este han logrado sacarme un poco de quicio y sobrarme en algunas ocasiones. Comprendo por qué las utiliza el autor, pero llegaba un punto que me resultaban excesivas e incluso innecesarias. Normalmente no me molestaban demasiado, pero en algunas ocasiones han llegado incluso a sacarme de la historia.
Por lo demás, LIVE ha resultado ser un libro fantástico. Es un final perfecto para la trilogía, aunque algo agridulce, y me ha dejado con un estupendo sabor de boca después de más de un año y medio siguiendo las aventuras de Aarón y Leo. Lo confieso: voy a echarlos de menos.
Lo mejor: La evolución de los personajes.
Lo peor: Me han estresado las referencias culturales.
Te gustará si...te gustaron los anteriores.