La universalidad del llanto.
La semana nunca pareció trascurrir tan lentamente. ¡Recien es martes y uno parece haber vivido tanto! Trato de adaptarme a las actividades de la Clínica Médica. En realidada aun no he hecho mucho, aunque he tenido buenas participaciones en las discusiones con los docentes aun no he interrogado a nadie. No pasa de mañana. Mis compañeros que lo han hecho no han estado muy bien, y tienen las mismas falencias que yo. Sin ser mal, ver que todos cometemos errores ayuda a no sentirse tan mal.
Sigo asombrado de la cantidad de pacientes confusos que tenemos. La estadistica se vuelve más realidad en mi mente. Que triste condición, que triste destino. Un paciente anciano que vimos hoy se puso a llorar desconsoladamente como un niño al no saber responder con quien vivia y al recordar el fallecimiento de su madre. Racionalmente da lastima, pero lo peor es la reacción emocional: me provocó un que pude contener. Otro paciente simplemente contestaba cualquier cosa. En esos casos se interroga al familiar. Lo complicado es cuando, como el primero, el paciente está solo. Triste destino...
También vimos una dulce anciana, estilo Miss Marple. La pobre sufre de una cardiopatia isquemica que le ha provocado insuficiencia cardiaca. Sus ojos se llenaron de lagrimas al expresarnos su miedo a morir. Si bien no me generó lo mismo, uno no puede dejar de sentir pena. No expreso estos sentimientos fuera de este blog, la idea es que no lo controlen a uno y le permitan mantener el juicio. Con todo esto recorde a Darwin (y a Duchene) en su idea de la universalidad de las expresiones faciales. El llanto es el mismo para todos, estemos donde estemos y su capacidad de contagio siempre existe.
La jornada terminó con el siempre interesante round clinico. Este consiste en una presentacion de historias que tengan alguna particularidad al Señor Profesor y su séquito. Es algo como lo que hace House con el añadido que uno puede ver a su propio docente ser corregido y hasta rezongado, lo cual nos da la pauta de que es como nosotros y que el aprendizaje nunca termina. Por suerte anduve volando y pude razonar lo que iba a decir el profesor: ¡Lupus! Fuera de otra interpretacion el hallazgo lo hace sentir a uno por el buen camino (maxime si el resto se muestra confundido).
El problema empieza a ser el estudio en casa, espero que con el correr de los dias me re adapte. Me cuesta concentrarme porque llego muy cansado tanto por los nervios del dia como por los largo viajes en omnibus. Iba a decir confuso, pero eso es otra cosa ¿no? y mucho más seria. Eso si, no puedo negar que se está poniendo interesante.
Saludos.