Llega del mar el nordestecon la brisa delicada,que acaricia mis mejillasy con premura las raspa,para luego deslizarsepor los cabellos y espaldaentregándome su abrazo,restañándome las lágrimas,acelerando el latidode este pecho que cabalga,con la sangre impetuosapor recobrar la esperanza,en las fiestas que se acercan,la Navidad tan ansiada,que a los niños y mayoresnos invita y nos reclama.Rompe una estrella, la noche,y parpadea lejana,pues va dejando su estela,la claridad y templanza,a los pastores y magosque hasta Belén van de marcha,para ofrecer los presentes,los regalos y las dádivas,al Niño que allí ha nacido,con un brillo en la mirada,de María, que es su madre,entre el pesebre y la paja,en esta noche de inviernoy en medio de la nevada,con un mensaje en sus labiosdel Amor y la Palabra.Por eso quiero que suenenlos tambores y las gaitas,los rabeles y ocarinas,los violines y guitarras,y todos los instrumentosque nos anuncien la danza,por este niño nacidocon la sonrisa en el alma,que transmite y nos entregauna paz y una templanza,serenando corazones,taquicardias elevadas,y hasta haciendo que los hombrestranquilicen hoy las armas,y se olviden por un tiempode las guerras y las balas.Ya sé que es una utopíay que el nordeste es la llama,que enciende los corazones,en estas fechas sagradas,cambiando los escenarios,los personajes, las sagas,los minutos y segundosde serenar las miradasy proclamar que es posibleel compartir las migajas,de este mundo en que vivimos,y esta tierra que es la casa,de los hombres y mujeres,en continentes y razas,porque en Belén ha nacidoeste Niño de los parias.Rafael Sánchez Ortega ©23/12/17
Revista Literatura
Llega del mar...
Publicado el 28 diciembre 2017 por Foncho05
Llega del mar el nordestecon la brisa delicada,que acaricia mis mejillasy con premura las raspa,para luego deslizarsepor los cabellos y espaldaentregándome su abrazo,restañándome las lágrimas,acelerando el latidode este pecho que cabalga,con la sangre impetuosapor recobrar la esperanza,en las fiestas que se acercan,la Navidad tan ansiada,que a los niños y mayoresnos invita y nos reclama.Rompe una estrella, la noche,y parpadea lejana,pues va dejando su estela,la claridad y templanza,a los pastores y magosque hasta Belén van de marcha,para ofrecer los presentes,los regalos y las dádivas,al Niño que allí ha nacido,con un brillo en la mirada,de María, que es su madre,entre el pesebre y la paja,en esta noche de inviernoy en medio de la nevada,con un mensaje en sus labiosdel Amor y la Palabra.Por eso quiero que suenenlos tambores y las gaitas,los rabeles y ocarinas,los violines y guitarras,y todos los instrumentosque nos anuncien la danza,por este niño nacidocon la sonrisa en el alma,que transmite y nos entregauna paz y una templanza,serenando corazones,taquicardias elevadas,y hasta haciendo que los hombrestranquilicen hoy las armas,y se olviden por un tiempode las guerras y las balas.Ya sé que es una utopíay que el nordeste es la llama,que enciende los corazones,en estas fechas sagradas,cambiando los escenarios,los personajes, las sagas,los minutos y segundosde serenar las miradasy proclamar que es posibleel compartir las migajas,de este mundo en que vivimos,y esta tierra que es la casa,de los hombres y mujeres,en continentes y razas,porque en Belén ha nacidoeste Niño de los parias.Rafael Sánchez Ortega ©23/12/17
