Llegados a este punto...

Publicado el 21 febrero 2011 por Ludwig

Hace y unos años inicié este blog, por varias razones.

Por un lado me sirvió para intentar hacer pública una situación, la mía y la de todos mis compañeros de departamento, frente a los manejos de un psicópata que la empresa había puesto al mando de la sección. Y lo mejor, es que dicho sujeto actuaba sabiendo que mientras lo hacía, sus superiores miraban hacia otro lado.

Cuando se jubiló el psicópata, la empresa tuvo a bien hacer suya aquella frase de que otros llegarán que bueno te harán, poniéndonos a una arribista con la misma empatía que un hipopótamo.

Igualmente los escritos sirvieron para sacar fuera de mi, los malos rollos que durante más de veinticinco años tuve que soportar. No hay nada peor que guardarse dentro esas cosas. A la larga acaban por generar algún tipo de enfermedad física, aparte de agriar tu carácter e incluso provocar algún tipo de depresión.

Otra de mis pretensiones, quizás la más idealista, era conseguir que la empresa tratara de cambiar de actitud hacia sus currantes. Siempre me sorprendió la hostilidad con que la empresa trataba a sus empleados. Mientras actuaras como un burro y no te salieras del trazado, eras tratado sin demasiado desprecio. Pero, pobre de ti que tuvieras ideas propias. Entonces eras machacado sin piedad.

Afortunadamente, poco a poco (y no creo que eso tenga que ver con mis escritos), ha ido variando esta actitud, supongo que por la calidad de las personas que han ido ascendiendo. Hoy en día únicamente queda un reducto que se resiste a levantar el ancla del pasado al que se aferra, negándose a entrar en el nuevo milenio.

También pretendía con mis escritos, poner de manifiesto esa política de la empresa consistente en ir lanzando cortinas de humo para poder actuar a su antojo. Nunca me ha parecido demasiado ético que una empresa compre a suministradores que sabe, explotan niños y que se llene la boca manifestando su gran interés por mejorar la sociedad, creando incluso un código de conducta empresarial que luego no cumple.

Desde luego no es fácil para el currante de una empresa así, poder desarrollar su trabajo con ilusión. Por un lado sabe que, para la empresa, no es otra cosa que un kleanex, algo de usar y tirar. Por otro lado el trabajador sabe que la empresa carece de la ética que dice tener y solamente reacciona cuando la Comunidad Internacional la pilla en falso.

Conste que soy optimista. Creo que únicamente sobrevivirán aquellas empresas capaces de ver que lo que las hace crecer son seres humanos, ya sean empleados, clientes o proveedores. Quizás incluso, sean capaces de contratar a personas en base a su ética, además de su capacidad de desarrollar el trabajo.

No hace mucho, leí una entrevista a Don Tapscott en La Vanguardia. Hablaba de los cinco principios que deberán cumplir las empresas que quieran desarrollarse en la era en la que estamos entrando: la era digital:

  • La colaboración, opuesto a la jerarquía.
  • Apertura y transparencia (eso va a costar bastante en alguna empresa).
  • Interdependencia.
  • Compartir la propiedad intelectual, que ya no es necesaria.
  • Tener integridad.

Pero bueno. Para que ocurra algo así han de pasar muchos años, por no decir siglos...

Puede incluso (soñar es gratis) que recibamos mis compañeros y yo, las disculpas sinceras de la empresa por habernos castigado con semejantes jefes.

Y, ¿a qué viene toda esta perorata?.

Todo eso viene a ser el anuncio de un cambio. Y comunicaros que el mundo, afortunadamente, no acaba en el mundo de la empresa. Existen muchas cosas que son hermosas y vale la pena conocerlas.

De ahí que os quiera comunicar que voy a abrir otro blog. Conste que será un blog diferente. No tocaré ningún tema de empresa, aunque no por abrir aquel, voy a cerrar éste (lo siento...).

Hablaré principalmente de aquello que en algún momento, ha movido algo en mi.

Existen muchas cosas que me han ayudado a sobrevivir los veinticinco años de acoso y el resto con la arribista: mis relaciones con los demás, la música, la literatura, la naturaleza, la moto...

En el nuevo blog hablaré música, literatura, fotografía...

Hoy por hoy podría decir que sin la música, Luis no hubiera llegado nunca a este año.

Cuando pierdes la confianza en los demás, la música puede ayudarte a recuperarla. Quizás por ser el único lenguaje capaz de expresar sentimientos.

En un mundo en el que las palabras no son más que eso, palabras, cada vez más vacías de contenido, algunas veces es necesario llegar a un lenguaje más universal, más sincero.

A mi, me ayudó la música, que tendrá en el nuevo blog una relevancia especial.

Así que ya sabes. Si quieres dejarte conducir a un mundo profundamente humano, hazte asiduo de mi nuevo blog.

Incluso podrás poner comentarios, a sabiendas de que nadie va a controlar si entras y lo que escribes. Conste que tengo mis dudas sobre la posibilidad que pueda tener una empresa para controlar las entradas en mi blog, pero cualquiera sabe.

Termino. Ponte cómodo y haz click en el link que te pongo a continuación:

http://aquelloquelemueveauno.blogspot.com/