¿Te has propuesto como objetivo este año ponerte más en forma o perder peso, pero te da mucha pereza ir al gimnasio? ¿O buscas una actividad con la que retomar la vuelta a la actividad, más suave, antes de ponerte entrenamientos más exigentes?
Pues tienes una solución bien fácil, y a mano (¿o debería decir a tus pies?): Caminar.
Hace algunos años te contaba ya los beneficios de caminar y te animaba a sumarte a un reto que había lanzado. Puedes verlo aquí.
Ese primer año, los participantes sumamos un total de 660 kilómetros, pero el método elegido no era el mejor, ya que apenas compartíamos los resultados. Yo, para llevar un registro, uso la app Sport Tracker, en la que registro cada vez que salgo expresamente a entrenar o a caminar (dependiendo del momento). Desde que comencé a usarla, llevo ya acumulados 1975 kilómetros (que no está nada mal, pero si tengo que llegar a la luna, como dice el reto, necesito 2 o 3 vidas).
¿Por qué caminar?
Es una actividad aeróbica pero de baja intensidad, ideal para personas desentrenadas que quieren empezar, o personas que se estén recuperando de alguna lesión. A mi, ahora, con el embarazo, es lo que más me han recomendado los médicos para mantenerme en forma.
Realizar una actividad, como caminar, durante al menos 30 minutos al día, te permite perder peso y quemar grasa (según un estudio publicado en 2017 en International Journal of Obesity. Otro estudio anterior demostraba que las mujeres que andaban menos de 7.500 pasos al día tenían mayor grasa en la zona abdominal que las que cumplían con esa cifra, y prevenir enfermedades cardiacas e incluso la diabetes tipo 2.
Pero tiene otros tantos beneficios:
- Reduce la ansiedad y libera endorfinas. Nos da un chute de motivación y mejora nuestro ánimo, sobre todo si caminamos por la calle o en un parque.
- El aire fresco y el movimiento del cuerpo nos hace sentirnos más positivas, relajadas y motivadas, para poder continuar con nuestra actividad.
- Pese a ser actividad física, no nos dejará más cansadas, si no que nos dará energía.
- Es un ejercicio de lo más barato, tan solo necesitas un calzado cómodo. No requiere hacer mayor inversión en equipación.
- Al ser de baja intensidad, nos entrena pero previene lesiones. Sobre todo si somos conscientes de cómo dar la zancada (mejor apoyando primero la punta, antes que el talón, para evitar hiper-extensiones de la rodilla).
- Si además llevamos una dieta sana y mantenemos bajo control nuestro estrés, ayudaremos a la quema de grasa y pérdida de peso.
¿Y si nos marcamos un objetivo?
La clave para que sea efectivo es, como siempre, la consistencia. No necesitamos dedicarle horas y horas cada día. Dedicándole como mínimo 30 minutos cada día es suficiente para comenzar. Una buena idea, si tu trabajo lo permite, es usarlo como descanso. Sobre todo si tu trabajo es sedentario, como en una oficina. Un paseo de 30 minutos te relaja, estira y carga de energía para poder continuar.Si tu meta es además perder peso, sería recomendable que fueses intercalando ritmos durante tu paseo (más rápidos y más lentos, en tramos de 1 minuto, por ejemplo), además de llevar una dieta equilibrada. Usa tus brazos y respiración (por la nariz, siempre que sea posible) para crear una cadencia en tu entrenamiento.
El objetivo: llegar a caminar 10.00 pasos cada día.
Llegar a esa cifra te permitiría quemar una media de 500 calorías/ día (o 3.500 calorías/ semana, lo que equivale en torno a 1 kilo de grasa quemada).
¿Cómo lo ves? ¿Te animas a ponerte en marcha?
Por cierto, en el blog sigue activo el reto #HastaLaLuna por si quieres sumar kilómetros juntas.
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