Llévame contigo
y ayúdame en mi desidia,
en este último latigazo de luz
ultima pesadilla,
una eterna.
Llévame por ahí en tus brazos,
tapando las cicatrices con trozos de seda
seda que pertenece a milenarios gusanos,
siempre suave,
infinita.
Llévame
y dame algo para olvidarte,
llévame, y si puedes, ayúdame,
no pido por favor,
siente el dolor dentro del grito,
el ruego escondido en él,
haz que pueda olvidarte,
así podrá la palabra,
la última,
despedirse en tus oídos,
rendirse, gran bocanada,
aire, ultima vez,
rendido
y cubiertos mis ojos al fin.
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