Hoy, mientras te vi marchar, mis ojos quisieron volver al recóndito lagrimal de lo que antaño fuese río.El poeta se preguntaba dónde iba el amor tras el olvido, y yo, dónde se han escondido mis cobardes lágrimas que ni capaces son de inundar el desahogo de lo vivido.Y mientras tanto, fuera, como siempre, llueve y llora, hasta el hastío.