Lluvia
Publicado el 12 noviembre 2014 por Isabel Topham
Un poema para el tacto, un amanecer para la vista y un concierto de música clásica para los oídos. Besar unos labios sincronizado por sus latidos. Sentir la agraciada melodía sobre la piel, bailando con los cinco sentidos del cuerpo. El colapso de las lágrimas del después, y la radiante luz del ahora. Una delicia para tu boca y el paraíso del edén para nuestros sentidos. La inocencia celestial en busca de tu nombre, y el pecado capital más portentoso para la vida. Un campo demasiado ansiado para no desearlo, y una ciudad demasiado incógnita para su amor. El mérito sembrado de cualquier campesino, y las prodigiosas manos de un músico en plena obra. La poesía del talento, esfuerzo y la ilusión de toda una primavera. La fuerza y la unión de un cerebro apunto de expandir sus ideas. Una noche de pasión y lujuria. Un mar de intranquilidad y tristeza consumida por el aire de nuestras bocas. El alter ego de la soledad, o el frío tacto del invierno. Un manjar de los dioses para nuestros cuerpos, y el jugoso alimento del aire.